La Haya: fortaleza inexpugnable de la OTAN

La Haya, epicentro global de la justicia y la diplomacia, se ha convertido en una fortaleza inexpugnable bajo la Operación Escudo Naranja, el mayor operativo de seguridad en la historia de Países Bajos, diseñado para proteger la cumbre de la OTAN que se celebra los días 24 y 25 de junio. Con 27.000 agentes de policía, 10.000 militares, 7 fragatas navales, drones y un perímetro de 5 kilómetros de vallas metálicas alrededor del World Forum, la ciudad está blindada para garantizar la seguridad de 45 jefes de Estado y de Gobierno, 90 ministros y unas 9.000 personas, según datos del Gobierno neerlandés. Este despliegue, que supera los 183,4 millones de euros, responde a un contexto geopolítico explosivo y a la presencia de líderes como el presidente estadounidense Donald Trump, cuyo séquito incluye 1.000 agentes.
La cumbre, la primera organizada por Países Bajos desde la fundación de la OTAN en 1949, aborda cuestiones críticas: la guerra en Ucrania, donde la OTAN ha comprometido 20.000 millones de euros en 2025; la reciente escalada en Oriente Próximo tras el bombardeo estadounidense a Irán el 23 de junio; y la presión de Trump para que los aliados eleven su gasto en defensa al 5% del PIB, un objetivo que España, liderada por Pedro Sánchez, ha rechazado por “desproporcionado”. Sánchez propone un 2.1% para preservar el gasto social, una postura que ha generado tensiones con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quien insiste en un mínimo de 3.5%.
Las autoridades han cerrado 60 kilómetros de carreteras, desviado el transporte público y declarado La Haya zona de emergencia
El operativo ha transformado La Haya. Un perímetro de seguridad de 16 kilómetros, custodiado por drones y F-35, prohíbe el tráfico aéreo, mientras una zona marítima de 22 kilómetros entre Hook of Holland y Noordwijk está patrullada por la Marina Real. Un ciberataque del grupo prorruso NoName05716, que el lunes interrumpió servicios municipales, subraya la amenaza digital, según Recorded Future. Las autoridades han cerrado 60 kilómetros de carreteras, desviado el transporte público y declarado La Haya zona de emergencia, otorgando a la policía poderes extraordinarios. “Estamos preparados para cualquier escenario, desde protestas hasta ciberataques”, afirmó Pieter-Jaap Aalbersberg, coordinador nacional de Seguridad.
El impacto local es profundo. Negocios como el Gastrobar Berlage, cerca del World Forum, han cerrado, con pérdidas estimadas en 150.000 euros, según su propietaria, Bianca Veenhof. Residentes enfrentan controles estrictos, y eventos como la carrera ciclista Veenendaal-Veenendaal y el Día de los Veteranos fueron cancelados. Sin embargo, la cumbre incluye momentos de distensión, como la cena de gala ofrecida por los reyes Guillermo y Máxima en el palacio Huis ten Bosch, con la presencia de figuras como Volodímir Zelenski y Ursula von der Leyen.
La Operación Escudo Naranja no solo protege a los líderes, sino que simboliza los desafíos de una OTAN en un punto de inflexión. Mientras Sánchez defiende una Europa autónoma frente a la retórica beligerante de Trump, La Haya se erige como un escenario donde la seguridad y la diplomacia se enfrentan a un mundo al borde del caos. La declaración final, prevista para mañana, será clave para medir la unidad de la Alianza.