Casa de México muestra la aportación de la artesanía mexicana a la tradición belenista a través de más de 20 nacimientos

1 Dic 2023 por Redacción Irispress

La Casa de México en España se suma a la celebración de la Navidad con una exposición de belenes en la que más de 20 nacimientos repartidos por toda su sede de la madrileña calle de Alberto Aguilera reflejan la aportación de su artesanía a esta tradición.

Del 1 de diciembre al 7 de enero podrá verse esta recopilación belenista entre la que destaca una intervención central del nacimiento mexicano realizado con flores secas, en el que se representan la Virgen María, San José, los tres Reyes Magos, el arcángel, los pastores y sus animales, así como el cometa que anuncia la llegada del niño Jesús.

Todos ellos frente mamparas de múltiples colores con texturas prehispánicas hecho con fibras naturales, carrizo, hoja de encino y flores inmortales por la familia de artesanos oaxaqueños Raymundo Sánchez, con diseño y conceptualización de Ricardo Salas.

Además, en los pasillos y vestíbulos los visitantes podrán ver más de veinte belenes de la colección de Fomento Cultural Citibanamex A.C. y de Fundación Casa de México en España, elaborados por artesanos de distintas regiones de México con técnicas como barro, cera y fibras naturales.

Por su parte, el árbol de Navidad del escaparate se conforma por esferas realizadas con guajes o cuencos de Oaxaca grabados a mano por el artesano José Cruz Sánchez. Las esferas de hojalata repujada plateadas y doradas fueron realizadas por el artesano Tirso Juventino Cuevas Velásquez, explica Fundación Casa de México en su página web.

La visita es gratuita y abierta a todo el público. Se brindarán visitas guiadas gratuitas sin reserva y con aforo limitado, con duración aproximada de 20 minutos, de martes a viernes de 17.30 a 20.00 horas y los sábados y domingos de 12.00 a 13.00.

Las técnicas de la artesanía mexicana 

Según explican, el arte de la flor inmortal o ‘siempreviva’ se originó alrededor del año 1900 en San Antonino Castillo Velasco, en la región de los Valles Centrales del estado de Oaxaca. Se trata de una flor perenne que tiene la peculiaridad de conservar durante muchos años sus pigmentos y forma original. Desde 2023, esta técnica figura como Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca.

El proceso de elaboración de una pieza inicia con la siembra, cosecha y secado de las flores. Los armazones se hacen con carrizo cortado, doblado y amarrado con un cordón cubierto con cera negra de abeja para crear una estructura a la cual se cosen capas de hojas secas de plátano y encino. El carrizo se raspa para obtener una ralladura que se utiliza en la decoración, después de ser teñida con tintes naturales o anilina. Las flores, ya secas, se ensartan en un alambre, dando vida a cada figura.

En cuanto al grabado en guaje o cuenco, se realiza a través de los recipientes obtenidos del fruto del coatecomate, también conocido como cirián o jícaro y muy común en la costa de Oaxaca, los cuales presentan «alta resistencia a las condiciones ambientales», explican desde Casa de México.

El uso de este recipiente así obtenido se remonta a la época prehispánica. Los artesanos embellecieron estos objetos haciendo de su cáscara un lienzo donde plasman flora y fauna, paisajes, tradiciones e incluso pasajes de mitos y leyendas.

El fruto se corta mientras está verde y la corteza dura; se vacían las semillas y se raspa el interior para dejar secar durante una semana. Después, se lija la superficie cóncava hasta que adquiere una textura lisa. Se talla para grabar la iconografía elegida con gubias hechas por los mismos artesanos.

En épocas recientes se incorporó la técnica «a la manera negra», que consiste en aplicar tintas o pintura acrílica en aerosol antes de hacer el grabado por la que los artesanos de Pinotepa de Don Luis (Oaxaca) son reconocidos a nivel internacional.

La hojalata repujada

Por su parte, la técnica de la hojalata repujada, también presente en esta exposición, se originó en el siglo XVI y se afianzó en varios estados de la actual república mexicana, como Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Puebla y Oaxaca.

Con ella se elaboraban piezas utilitarias, entre ellas lámparas, faroles y espejos; objetos artísticos y decorativos como alhajeros, charolas, estrellas, flores, diversos animales y nacimientos; así como objetos eclesiásticos tales como candeleros, relicarios, vitrinas para santos, cruces y nichos.

La hojalata es una lámina muy fina de acero recubierta con una capa de estaño que le otorga brillo. Para trabajarla se requieren diversas herramientas como tijeras, cinceles, martillos, rayadores, yunque, placa de plomo y cautín de cobre.

En la capital del estado de Oaxaca, esta expresión del arte popular arraigó en el barrio de Xochimilco y en el centro de la ciudad, donde en la actualidad se encuentran los talleres de importantes creadores.

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