El IAC lanzará el primer satélite canario que vigilará el cambio climático y las catástrofes naturales

3 Nov 2023 por Redacción Irispress

El primer satélite canario para la observación de la Tierra, propiedad del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha superado con éxito todas las pruebas técnicas previas al lanzamiento y se encuentra rumbo a Estados Unidos para su envío al espacio antes de finales de año desde California.

ALISIO-1 es el primer satélite canario que orbitará la Tierra en el marco del programa espacial ALISIO, liderado por el IAC y coordinado por el grupo de IACTEC-Espacio.

En 2018, el equipo obtuvo su primer hito tras el lanzamiento de un globo atmosférico con imagen y vídeo en directo.

«Desde ese momento, nuestro objetivo principal estaba claro, debíamos hacer orbitar el primer satélite canario usando además desarrollos propios», afirma en una nota José Alonso Burgal, gestor de IACTEC-Espacio.

Para llevar a cabo la misión ALISIO-1, el IAC ha estado trabajando con las empresas Deimos, D-Orbit y Open Cosmos y esta última ha sido la encargada del diseño y manufacturación del satélite y lo operará de forma temporal tras el lanzamiento.

Este satélite canario tendrá un tamaño de 30x20x10 centímetros, lo que se conoce como ‘6U’ en el ámbito de los pequeños satélites.

Así, llevará integrado como instrumento principal una cámara DRAGO-2, desarrollada por IACTEC-Espacio, la cual ha obtenido excelentes resultados tras haber sido lanzado a principios de este año.

Alfonso Ynigo, ingeniero de sistemas del equipo y responsable técnico del satélite, asegura que «la cámara ha proporcionado imágenes de muy alta calidad y ha demostrado con creces su buen rendimiento en las condiciones del espacio».

DRAGO-2 observa en el infrarrojo de onda corta, también denominado SWIR (Short-Wave Infrared), un rango que proporciona información de gran interés para múltiples estudios y aplicaciones.

El satélite se convertirá en un factor clave para la elaboración de planes de prevención y actuación frente a catástrofes naturales.

De esta forma, permitirá monitorizar fenómenos de carácter medioambiental, tales como incendios, desertificación y humedad en los cultivos, inundaciones, vertidos de combustible en océanos y muchos otros efectos relacionados con el cambio climático.

Las cámaras DRAGO ya han demostrado su eficacia en ámbitos similares, tanto en la erupción volcánica de La Palma, en 2021, como en el incendio forestal de Tenerife, en 2023.

Otro de los instrumentos que portará ALISIO-1 es un módulo de comunicaciones ópticas mediante láser que permitirá enviar las imágenes de DRAGO-2 desde el satélite a cualquier estación óptica terrestre del mundo.

Este instrumento permitirá el intercambio de información con una velocidad de transmisión mayor que con las comunicaciones por radio, las más frecuentemente utilizadas en los satélites.

TRANSFERENCIA DE DATOS A MAYOR VELOCIDAD

Luis Fernando Rodríguez-Ramos, responsable del proyecto de comunicaciones ópticas en el IAC, explica que «la diferencia entre transmitir con ondas de radio y hacerlo con láser es similar a poner fibra óptica en un domicilio, lo que permitirá transferir los datos a tierra con mayor velocidad».

En estos momentos, ALISIO-1 se encuentra rumbo a la Base Vandenberg de la Fuerza Espacial Estadounidense, en California, para ser lanzado antes de finales de año.

La fecha exacta se conocerá entre dos y tres días antes del despegue, siguiendo los estrictos protocolos del lanzamiento.

Actualmente, el IAC se encuentra en proceso de instalación de una estación terrena de control que se ubicará en su sede central y dotará a la institución de una gran autonomía para controlar ALISIO-1 y recibir información de este y otros satélites.

Esto supondrá un gran avance para la actividad investigadora del archipiélago, al tener una total independencia para reaccionar ante eventos y catástrofes naturales.

Hasta que se establezca esta estación de control terrestre, Open Cosmos, como parte de su servicio integral de gestión de misiones, operará el satélite y extraerá datos en nombre del IAC.

Esta colaboración representa una solución provisional crucial que facilita la recogida de datos vitales.

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