El Rey preside hoy la entrega de medallas del Congreso a todos sus expresidentes desde la Transición
El Rey presidirá este jueves el acto que ha organizado el Congreso para distinguir con la medalla de la Cámara a todos sus presidentes desde la Transición, una condecoración creada el pasado mes de marzo para reconocer a personas vinculadas a la institución o cuyos méritos resulten excepcionales desde el punto de vista del Parlamento.
Los primeros en recibir esta condecoración van a ser las personas que han estado al frente del Congreso desde 1977. Durante el acto, que arrancará a las seis de la tarde, intervendrá la presidenta del Congreso, Meritxell Batet y lo cerrará el jefe del Estado.
También tomarán la palabra los presidentes de la institución que recibirán personalmente las medallas, mientras que las de los ya fallecidos serán recogidas por sus familiares.
El acto, que tendrá lugar en el Salón de Pasos Perdidos, arrancará con la lectura por parte del secretario general del Congreso del acuerdo de la Mesa de la Cámara por el que se creó esta condecoración específica del Congreso.
Primero se hará entrega de las medallas concedidas a título póstumo a Fernando Álvarez de Miranda y Landelino Lavilla, ambos de la Unión de Centro Democrático (UCD), y a Gregorio Peces Barba y Manuel Marín, los dos del PSOE. Después será el turno de los socialistas Félix Pons, José Bono y Patxi López, y de los ‘populares’ Federico Trillo, Luisa Fernanda Rudi, Jesús Posada y Ana Pastor.
Batet, en la nueva legislatura
La actual presidenta la recibirá al inicio de la siguiente legislatura, como sucederá en adelante con todos los futuros presidentes.
Fue el pasado mes de marzo cuando la Mesa del Congreso decidió que la Cámara debía contar una distinción específica, más allá de las meramente protocolorias. Además, el Congreso podrá seguir pidiendo al Gobierno la concesión de condecoraciones a los miembros de su Mesa u otras personalidades y también tiene la facultad de proponer la concesión de la Orden del Mérito Constitucional.
Según la norma por la que se regula este nuevo reconocimiento, recogida por Europa Press, la medalla servirá para «reconocer los méritos excepcionales contraídos por las personas vinculadas a la cámara o que hubieran realizado actividades relevantes al servicio de la misma o de los valores y principios parlamentarios». Se podrá otorgar también a título póstumo, como en estas primeras distinciones.
La Medalla del Congreso se abre a personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, de nacionalidad española o extranjera. En este último caso, se requerirá el informe del Representante de España en el Estado cuya nacionalidad ostente la persona a condecorar y, en todo caso, la concesión se ajustará a los usos del protocolo en las Relaciones Internacionales.
La condecoración tendrá carácter vitalicio, pero, eso sí, se ha incluido una cláusula para dejar claro que podrá ser revocada si quien la hubiera recibido «es condenada por un hecho delictivo, en virtud de sentencia firme, o realiza actos o manifestaciones que le hagan indigno de su titularidad».
Número limitado
El documento por el que se crea subraya que con el objeto de prestigiar estas condecoraciones, de manera que su concesión constituya una ocasión extraordinaria que premie los méritos citados, la Mesa velará porque su concesión esté debidamente justificada. De hecho, detalla que no podrán concederse más de 50, sin contar las que se den a título póstumo o a los futuros presidentes.
Los expedientes de concesión podrán iniciarse a instancia de la Presidencia o de la Mesa y habrán de recoger los méritos y circunstancias que concurren en la candidatura propuesta,
así como, en su caso, los documentos e informes que se consideren oportunos. No serán tramitadas las peticiones realizadas directamente por los interesados.
La nueva condecoración consiste en un disco de esmalte de 30 milímetros de diámetro en cuyo anverso figurará el escudo histórico del Congreso de los Diputados y la inscripción ‘Medalla. Congreso de los Diputados’. Penderá de una cinta al modo de encomienda, dividida en tres partes con los colores de la bandera de España y también dispondrá de un alfiler para poder llevarla prendida en una prenda de vestir. Si se conceda a personas jurídicas, se entregará en una metopa.