La puerta de la casa estaba abierta; dentro del domicilio, dos cuerpos, o más bien lo que quedaba de ellos… uno, recostado en una cama, y otro, yacía de costado. Eugenio Roberto Pricnic de 80 años y, María Elena Guido de 79, llevaban muertos aproximadamente un año sin signos evidentes de violencia en ninguno de […]