Las familias contra la Intolerancia X Género crean una guía para padres con hijos LGTBI
La Asociación de Familias contra la Intolerancia X Género (AMPGYL) ha lanzado una guía, con motivo de la semana del Orgullo, que tiene como objetivo acompañar a los padres con hijos LGTBI e incluye pautas para acompañar a las infancias no normativas y mejorar el diálogo dentro del hogar. «No es un problema, es un reto», advierte el documento a los progenitores.
La entidad aborda temas como la orientación e identidad o el acompañamiento a las familias que se encuentran preocupadas por la situación a la que se enfrentan y les explica que «las diferencias entre lo masculino y lo femenino son culturales» y que «la idea de que existe una única forma de ser mujer, o de ser hombre, es totalmente errónea».
«El género es un aprendizaje que se instaura de forma inconsciente. Nos comportamos como hombres y mujeres a partir de lo que percibimos en nuestro entorno. Las criaturas pueden presentar conductas de género normativas (femeninas-masculinas), o no-normativas (responden al modelo hegemónico)», explica la guía.
Jugar con el género como aprendizaje
Como ejemplo de estas últimas señala que son niños que cuando se les pregunta si son chicos o chicas «contestan que no lo saben, que son las dos cosas, que dependen del día, o incluso ninguno de los dos». Según la AMPGYL, son menores que «juegan con el género como forma de aprendizaje o simplemente para divertirse imitando lo que ven en las personas que les rodean». «Esta actitud la denominamos expresión fluida de género porque es una expresión de masculinidad o feminidad que se sale de la norma», explica la guía, antes de aclarar que estos niños «no tienen ningún problema, trastorno o desajuste, ni biológico, ni psicológico».
Frente a esto, la asociación advierte de que «es más importante aprender a comprender a estas criaturas que intentar cambiar su expresión de género» y apunta que «reprimir o castigar estos comportamientos daña la autoestima y seguridad» de los menores. Por el contrario indica que «acompañar, escuchar y apoyarlos» ayuda «a que crezcan como personas».
En este sentido, también señalan que, el hecho de que un niños juegue con elementos «vinculados a un género, no implica que tenga una determinada opción afectiva». «Hay hombres gais que nunca jugaron con muñecas en su infancia», apunta el texto, para insistir en que estas cuestiones están «basadas en estereotipos».
El papel de las familias
Ante una infancia no-normativa, la guía pone en valor el papel de la familia y la importancia de que esta «no modifique» el comportamiento del menor y sea «consciente de la percepción social que causan». Y, aunque AMPGYL reconoce que esta realidad «es difícil de gestionar», llama a recordar que «la familia es un referente muy importante en el desarrollo de la personalidad de las infancias» y, por ello, los niños deben saber que para su entorno «son perfectos tal y como son».
Del mismo modo, aconseja una «buena comunicación» para facilitar el empoderamiento de estas infancia y adolescencias». Un buen diálogo y comunicación con la familia, según la asociación, «potencia la autoestima y confianza» de los menores.
En la guía es específica ante niños que se identifican con una orientación o identidad sexual concreta, como gai, lesbiana o trans. En este sentido, AMPGYL llama a «no presionarles» a «no presuponer nada» y dejar «que hagan su camino». Los adultos mientras, según ha apunta el texto, deberán «estar allí para cuando los necesiten», además, de ser y de facilitarle referentes.
Desde AMPGYL advierten de que la intolerancia por género es la principal causa de acoso escolar contra los niños y adolescentes no-normativos.