Suiza revisará sus reglas financieras en comparación con las de otros países tras el colapso de Credit Suisse
El rescate de Credit Suisse mediante su fusión con UBS fue la decisión de menor riesgo y mayores perspectivas de éxito, según defiende la ministra de Finanzas de Suiza, Karin Keller-Sutter, para quien el escenario bancario actual con una gran entidad sistémica hace necesario revisar la regulación del sector y compararla con la situación en otros países.
«Tenemos que actuar; no tenemos otra opción», señala la ministra suiza en una entrevista con el diario ‘Neue Zurcher Zeitung’, donde subraya la necesidad de garantizar que un banco importante pueda quebrar sin arrastrar a un país entero al abismo.
«Seguramente, también haremos una comparación con otros países y analizaremos cuán estrictas son nuestras regulaciones», afirma Keller-Sutter, añadiendo que el objetivo del Gobierno es proteger al Estado y a los contribuyentes y no tiene nada que ver con la hostilidad hacia los bancos de importancia sistémica.
En cualquier caso, la ministra asegura que la caída de Credit Suisse se debió principalmente al fracaso del consejo de administración, la dirección y los accionistas de la entidad en un proceso de decadencia que duró años.
En este sentido, señala que para el Consejo Federal las cosas estaban claras y, si existía una solución con menos riesgos y mejores perspectivas de éxito, el centro financiero no debía convertirse en un «conejillo de indias» para la implementación de normas que nunca se habían aplicado a un banco importante.
«No se nos permitía jugar a la ruleta rusa con nuestra economía nacional», apostilla.
Las declaraciones de la ministra de Finanzas de Suiza llegan días después de que la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza (Finma) plantease la necesidad de contar con una base jurídica más sólida, incluyendo la facultad de imponer multas, para hacer frente a crisis como la que desencadenó el colapso de Credit Suisse.
El regulador suizo, que no dudó en calificar de «traumática» la desaparición de uno de los dos grandes bancos globales del país, llevó a cabo un análisis y una evaluación integrales de los antecedentes, las actividades de supervisión relacionadas, la fase aguda de la crisis y las necesidades de cambios resultantes tras lo acontecido con Credit Suisse.
Entre las conclusiones de su evaluación, publicadas a mediados de diciembre en un informe de 84 páginas con el título ‘Lecciones aprendidas de la crisis de Credit Suisse’, Finma considera que el colapso de la entidad se debió a «la mala implementación de sus áreas estratégicas» y añade que, a raíz de los repetidos escándalos y errores de gestión, Credit Suisse perdió la confianza de sus clientes, inversores y mercados.
Asimismo, el regulador concluye que la crisis de Credit Suisse subraya la necesidad de contar con una base jurídica más sólida, con instrumentos específicos para abordar el Régimen de Altos Directivos, así como la facultad de imponer multas y de fijar normas más estrictas en materia de gobierno corporativo.