El feminismo alerta de desamparo político y exige mantener la presión en las calles
El Movimiento Feminista ha acusado a las instituciones de mostrar un “abandono” preocupante en la lucha contra la violencia machista. Denuncian que la falta de recursos, la ausencia de iniciativas claras y el avance del negacionismo están generando desmovilización y frustración entre mujeres y colectivos que trabajan por la igualdad.
Un feminismo combativo que no se rinde
Frente a ese escenario, la Comisión 8M ha puesto en valor la fuerza demostrada durante el 25N, asegurando que las movilizaciones expresan una “rabia organizada”, estructurada y consciente. Para el movimiento, la presión social en las calles sigue siendo imprescindible para exigir protección y derechos.
Dos voces, un mismo objetivo
Aunque con estrategias y discursos a veces distintos, ambos colectivos coinciden en la urgencia de reforzar la acción feminista y reclamar a las administraciones más implicación. Insisten en que la violencia de género continúa siendo una emergencia social que no puede quedarse en palabras, sino en políticas públicas efectivas.

