Científicos del IAS‑CSIC estudian cómo adaptar el olivar al cambio climático
Investigadores del IAS-CSIC han planteado una serie de estrategias científicas para ayudar al olivar mediterráneo a resistir los efectos del cambio climático, poniendo el foco en suelo, agua, biodiversidad y salud del cultivo. El árbol —cultivado durante milenios en la cuenca del Mediterráneo— se enfrenta hoy a condiciones cada vez más extremas: sequías prolongadas, lluvias irregulares y oscilaciones térmicas intensas.
Entre las propuestas figuran el manejo de cubiertas vegetales en los olivares, una técnica que reduce la erosión, mejora la fertilidad del suelo y permite una mejor infiltración del agua, siempre buscando minimizar la competencia con el olivo ante condiciones de estrés hídrico. Además, los científicos promueven prácticas que incrementen el secuestro de CO₂ en el suelo y en la biomasa, lo que ayudaría a mitigar parte del impacto del calentamiento global.
El trabajo del IAS-CSIC también abarca la mejora del manejo del riego mediante sensores —tanto en campo como remotos— para optimizar el uso del agua, un recurso cada vez más escaso. Y no menos importante: se investigan nuevas estrategias integradas para prevenir y controlar enfermedades del olivo, incluyendo el uso de microorganismos beneficiosos, la mejora del microbioma del cultivo y la creación de modelos predictivos sobre la propagación de patógenos en escenarios futuros.
Finalmente, como parte de su apuesta por la adaptación, el IAS-CSIC participa en programas de selección de variedades de olivo más resistentes a la escasez de agua y al estrés climático, con el fin de mantener la viabilidad del sector oleícola ante los desafíos ambientales actuales.

