Los museos españoles avalan los ‘selfies’: “No se puede eliminar el riesgo, pero la seguridad es adecuada”
Varias pinacotecas nacionales —entre ellas el Thyssen, el Prado y la Galería de las Colecciones Reales— han defendido que permitir selfies en sus salas no supone un riesgo significativo para las obras. Apuntan que una prohibición total no es necesaria si se dispone de vigilancia constante y de protocolos de protección adecuados.
Seguridad sin dureza excesiva
La estrategia no recurre a medidas severas ni agresivas. En el Thyssen, por ejemplo, hay guardias en cada sala y las obras suelen estar protegidas por cristales, evitando daños por gestos involuntarios. En el Prado evitan las fotos para piezas especialmente delicadas, pero apuestan por un control adaptable al tipo de exposición.
Medidas suficientes para proteger el patrimonio
Los responsables de los museos argumentan que el riesgo cero no existe, pero que las precauciones adoptadas —como presencia de personal, adaptación de recorridos y vitrinas protectoras— resultan más que suficientes para evitar incidentes. Esta aproximación busca compatibilizar accesibilidad y conservación.
Cultura digital y experiencia del visitante
Este enfoque muestra una evolución cultural: los museos reconocen que la toma de autorretratos contribuye a una experiencia emocional más intensa, y que puede atraer nuevos públicos sin comprometer la integridad del patrimonio, siempre que se aplique dentro de un marco de seguridad razonable.