Primer gran incendio forestal del año en Lleida deja 2 muertos y 6.500 ha calcinadas
El primer gran incendio del año en Cataluña se desató este martes en la comarca de la Segarra (Lleida), causando al menos dos víctimas mortales y arrasando unas 6.500 hectáreas, según han confirmado las autoridades. Se trata de un fuego de sexta generación, extremadamente violento, con rachas de viento de hasta 120 km/h y un pirocúmulo de 14.000 m, lo que dificultó gravemente las labores de extinción en sus primeras horas.
Víctimas atrapadas intentando escapar
Las dos personas fallecidas son un granjero (45 años) y un trabajador agrícola (32‑34 años), encontrados junto a su vehículo en el término municipal de Coscó, tras ser superados por las llamas mientras intentaban huir a pie. Esta tragedia se produjo en uno de los dos focos: Torrefeta i Florejacs, que comenzó hacia las cinco de la tarde, mientras otro en Sanaüja quemó unas 40 ha antes de ser controlado.
Respuesta de emergencia y confinamientos
Participaron medio centenar de dotaciones —unos entre 50 y 150 efectivos según distintas fuentes— que trabajaron durante toda la noche para estabilizar el perímetro, labor que se dio por concluida a las 22:37 horas, apoyada además por tormentas que trajeron lluvias. Hasta 20.000 personas fueron confinadas en municipios cercanos como Agramunt o Oliola; las órdenes fueron levantadas esa misma noche o a la madrugada siguiente.
Impacto del fuego y medidas preventivas
El incendio destruyó cultivos y numerosas edificaciones agrícolas —granjas, cobertizos y masías— en localidades como Cabanabona, Renan y Granollers. El president de la Generalitat, Salvador Illa, suspendió su agenda oficial y se trasladó al centro de mando en Guissona, donde subrayó que el fuego “no es como hace 20 años” y señaló la importancia de combinar la gestión agrícola y forestal para prevenir futuros incendios.
