Page asegura que sus conversaciones con Ábalos fueron «mínimas» y con Cerdán «en un tono bastante amable»

El secretario general del PSOE de Castilla-La Mancha y presidente de la Comunidad Autónoma Emiliano García-Page, cree que los mensajes de WhatsApp desvelados entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su exministro José Luis Ábalos demuestran que había «tensiones» en el seno del partido desde el año 2012 y que las opiniones enfrentadas entre miembros socialistas no son «ningún teatrillo».
García-Page, en una entrevista este lunes en Onda Cero, ha opinado que con estos mensajes se ve que el problema en el PSOE no es «simplemente de poder» o de «no dejarle gobernar al que está arriba». «Hay un problema de fondo que se abrió entre los que no estábamos por gobernar a cualquier precio y los que en cualquier momento podían hacerlo», ha manifestado.
En todo caso, en lo que a él mismo respecta, García-Page ha apuntado que aunque «había tensión», sus conversaciones con Ábalos fueron «mínimas» y ha mantenido «alguna más» con Santos Cerdán, aunque «en un tono bastante amable y bastante razonable». «A lo mejor se trata de que me dieron por perdido desde el primer momento», ha ironizado.
El presidente castellanomanchego ha expresado que «no hay obligación de quererse en un partido político ni tampoco de ser hermanos», sino que se trata de «compartir o no un código ideológico y de compartir una estrategia». «Aunque parezca que es ingenuo, en realidad es lo más importante y además es lo que más abre brechas en los partidos, porque las filias y las fobias personales van y vienen», ha apostillado.
En este sentido, considera que «los problemas de fondo» en el PSOE se han agravado en esta legislatura, porque «si ya en la legislatura previa, antes del 23 de julio, se produjeron muchas rupturas de las coordenadas del PSOE, a partir del 23 de julio literalmente se desató, se desabrochó por completo cualquier contención».
Preguntado por si cree que es el propio Ábalos el que está empezando a filtrar sus mensajes de Whatsapp con el presidente, cree que es «legítimo» pensar que sea así pero ha puntualizado que no tiene «ni idea» de ello. «Ni tampoco creo que le convenga esto», ha remachado.