Economistas celebran la respuesta del Gobierno a aranceles y ven menor presencia de empresas españolas en EEUU

El Consejo General de Economistas de España (CGE) y el Club de Exportadores e Inversores Españoles han celebrado la respuesta y las medidas propuestas por el Gobierno para hacer frente a la política de aranceles anunciada por la Administración Trump, aunque al mismo tiempo han previsto una reducción de la presencia de empresas españolas en Estados Unidos a raíz de esta situación.
Así se han expresado los expertos este jueves en un coloquio celebrado para reflexionar sobre las consecuencias de dicha política proteccionista promovida por el Ejecutivo estadounidense y lo que se podría hacer para intentar paliar sus efectos.
De este modo, la sesión, que ha estado moderada por el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, y en la que han participado el presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, Antonio Bonet; el coordinador del área de trabajo de EE.UU. y Canadá en el citado club, Joaquín de la Herrán, y el director del servicio de estudios del CGE, Salvador Marín, ha girado en torno a diversas cuestiones, como cuáles son realmente los fines que persigue Trump con los aranceles.
Fines geopolíticos
«Los utiliza para conseguir muchos fines que no son estrictamente comerciales ni económicos, sino más bien geopolíticos», han coincidido los expertos, que han hecho hincapié en la «gran incertidumbre» que conlleva esta coyuntura, comparable a la vivida con la pandemia.
Como resultado de dicha situación y la dificultad para gestionarla, los economistas han señalado que, a pesar de la «rápida y muy buena» actuación del Gobierno para intentar hacerle frente, se prevé «una reducción casi inexorable de la presencia en Estados Unidos de las empresas españolas».
En este sentido, tanto el CGE como el Club de Exportadores han apuntado a la diversificación, por ejemplo al sudeste asiático y la Unión Europea (UE), como una de las posibles soluciones ante estos «escenarios especialmente complejos». Sin embargo, han reconocido las dificultades que pueden presentar sobre todo las pequeñas y medianas empresas (pymes) para poder diversificar, ya que implica recursos económicos y de tiempo que las pymes «no necesariamente tienen».
Aumento de la competencia
Además, durante el debate se ha enfatizado la idea de que otra de las consecuencias de la coyuntura actual es que «va a aumentar mucho la competencia». Ante esto, los especialistas han destacado que la respuesta de la UE debe ser «proteger sus intereses económicos pero sin escalar innecesariamente todo el conflicto, intentando preservar el orden comercial global».
«Hay que responder con proporcionalidad, pero con inteligencia, y evitar respuestas viscerales que provoquen represalias inmediatas», ha explicado el director del servicio de estudios del CGE, que ha subrayado la importancia de utilizar medidas quirúrgicas y preservar la unidad interna, así como de reforzar la diplomacia comercial.
Asimismo, Marín, ha apostado por anunciar ayudas temporales a sectores afectados y el ‘Made in Europe’ en sectores estratégicos, «intentado reforzar la imagen de la UE como un bloque defensor del comercio justo y del multilateralismo».
Un debe modernizar su gobernanza
«Hay que marcar el ritmo, no ir solo a rebufo o reaccionar», ha añadido el director, que ha afirmado que la UE debe intentar modernizar su gobernanza para que las decisiones sean más ágiles, así como optar por que haya menos normas que lo «regulen todo o casi todo, e intentar hacer reformas estructurales de calado que la refuercen como zona económica».
Por otra parte, los expertos han señalado que esta coyuntura podría suponer una oportunidad para hacerse un planteamiento «más de profundidad» y analizar cuáles son los problemas estructurales que tiene la internacionalización de la economía española e intentar darles solución.
En esta línea, en cuanto a las medidas anunciadas por el Ejecutivo para hacer frente a los aranceles, los economistas han resaltado que se podrían promover igualmente reformas regulatorias para quitar a las empresas «obstáculos a que crezcan», así como optar por criterios «más flexibles y abiertos» para repartir las ayudas.
China y sus tierras raras
Por otra parte, respecto a la competencia entre EE.UU. y China, los especialistas han comentado que China tiene casi un 70% de los recursos de tierras raras, imprescindibles para sectores como la defensa o el tecnológico, con lo que creen que ejercerá presión.
«China puede hacer mucho daño a los intereses norteamericanos en China, que son enormes, ya que, mientras que en Estados Unidos ha aumentado mucho la dependencia de China, la dependencia de China respecto a Estados Unidos ha disminuido», han apuntado.
En referencia a las previsiones de que el PIB de EE.UU. caiga hasta un 3,3%, los economistas han reconocido que ven «posibles» dichas estimaciones, ya que la «historia económica coincide en que el proteccionismo prolongado reduce la eficiencia». Por último, preguntados por si piensan que Trump dará marcha atrás en su giro proteccionista, los expertos han manifestado que «probablemente sí», pero a pesar de ello, «mucho daño ya está hecho».
«Paradójicamente, el mayor daño en cuanto a crecimiento se le ha infligido al propio Estados Unidos», han apuntado, para terminar concluyendo que la previsible inflación y la caída de expectativas provocarán presión interna en el país, a la que el presidente tendrá que hacer frente.