El Kremlin acusa a EE. UU. y la OTAN de animar a Kiev a prolongar la guerra
El Kremlin ha afirmado que las recientes decisiones de Estados Unidos y la OTAN, como el suministro continuado de armas avanzadas y el compromiso de sanciones secundarias, están sirviendo para alentar a Kiev a no cesar en su ofensiva. Según el portavoz Dmitri Peskov, estas acciones «provocan y alientan a prolongar el combate» por parte del Gobierno ucraniano.
Militarización y retórica bélica
Para Moscú, la intensificación de la cooperación militar entre Occidente y Ucrania, junto con la retórica agresiva —en especial tras el anuncio de aranceles del 100 % sobre productos rusos— consolidan la idea de que la OTAN está implicada directamente, incluso calificando estas entregas de armamento como parte de una «guerra subsidiaria» .
Rechazo de compromisos diplomáticos
Rusia insiste en que solo un alto al fuego acordado sin presiones exteriores permitiría avanzar en las negociaciones. El Kremlin argumenta que mientras Occidente siga impulsando a Kiev militarmente, cualquier intento de paz perderá credibilidad, lo que bloquea una salida negociada al conflicto.
Dilema geopolítico sin resolución inmediata
El choque de interpretaciones refleja el dilema global: Washington y sus aliados defienden el derecho de Ucrania a defenderse, mientras Moscú lo percibe como un escalamiento peligrosamente impulsado por intereses ajenos. Hasta que no se acometan gestos diplomáticos claros —por ejemplo, una reducción verdadera de la ayuda militar o una declaración conjunta de cese del fuego—, las tensiones y las operaciones militares seguirán azuzándose, prolongando un conflicto ya en su cuarto año.
