La muerte de la pareja y el estrés económico se asocian con el alzhéimer

4 Jul 2025 por Sergio Martínez

Los eventos vitales estresantes pueden afectar negativamente a la salud cerebral. En concreto, el duelo por la pérdida de la pareja se relaciona con procesos biológicos asociados al alzhéimer, mientras que el desempleo y las pérdidas económicas se asocian con cambios estructurales en el cerebro.

Estas son las conclusiones de un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), centros impulsados por la Fundación ”la Caixa” y la Fundación Pasqual Maragall. El trabajo, publicado en la revista Neurology, señala además diferencias según género y nivel educativo en la respuesta cerebral al estrés.

El estudio, liderado por Eider Arenaza-Urquijo, incluyó a 1.200 personas sin deterioro cognitivo, muchas con historial familiar de alzhéimer, pertenecientes a la cohorte ALFA. Se analizaron volúmenes de materia gris mediante resonancia magnética y biomarcadores del alzhéimer en el líquido cefalorraquídeo, como la proteína beta amiloide.

El impacto del duelo y la economía en el cerebro

En la enfermedad de Alzheimer, los cambios cerebrales pueden comenzar años antes de los primeros síntomas. Entre ellos, destaca una menor proporción de beta amiloide 42/40 en el líquido cefalorraquídeo, lo que indica una posible acumulación de beta amiloide en el cerebro. También se detectan niveles elevados de tau fosforilada (relacionada con el daño neuronal) y de neurogranina, una proteína que aumenta cuando se pierden conexiones neuronales.

El fallecimiento de la pareja sentimental se asocia con estas alteraciones en biomarcadores: menor beta amiloide 42/40 (más notable en hombres) y mayores niveles de tau y neurogranina (más marcados en mujeres). Estos efectos fueron más acentuados en personas con menor nivel educativo.

Por otro lado, el desempleo y las pérdidas económicas se vinculan con una reducción de la materia gris en regiones relacionadas con la regulación emocional y cognitiva, mostrando también diferencias por género: el desempleo afectó más a hombres, y las pérdidas económicas, a mujeres.

El papel de la desigualdad en el alzhéimer

Un estudio previo del mismo equipo ya había demostrado que los eventos vitales estresantes en la mediana edad aumentan la vulnerabilidad al alzhéimer. Su prevalencia e impacto varían según determinantes sociales como el género y el nivel educativo: las mujeres y personas con menos educación sufren más eventos de este tipo, y también presentan mayor prevalencia de la enfermedad.

La respuesta al estrés es distinta en hombres y mujeres. Los hombres se vieron más afectados por la pérdida de la pareja —con alteraciones en proteínas relacionadas con el amiloide— y por el desempleo, que implicó una reducción de la materia gris. Esto podría deberse a menores redes de apoyo y al estigma social asociado al desempleo masculino.

En cambio, las mujeres mostraron mayor vulnerabilidad ante las dificultades económicas, lo que se asoció con reducción de materia gris. Esta sensibilidad podría relacionarse con una menor seguridad financiera histórica y mayores niveles de preocupación económica.

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