El 95% de jóvenes ven difícil adoptar una vida sostenible a pesar de su preocupación por el medioambiente, según estudio
El 95% de la juventud española ve complicado adoptar un estilo de vida sostenible, pese a que el 86,8% exprese una alta preocupación por el medioambiente, según la última investigación del Centro Reina Sofía de Fad Juventud y la Fundación Pfizer, que lleva por lema ‘Posturas juveniles ante el cuidado de su salud y la sostenibilidad medioambiental’.
El documento, presentado este jueves, se ha llevado a cabo a partir de encuestas ‘online’ a más de 1.200 jóvenes entre 15 y 29 años, entre el 19 de abril y el 6 de mayo de 2024. Los objetivos de la investigación han sido estudiar el nivel de conocimiento y la percepción de la sostenibilidad por parte de la gente joven; el nivel de preocupación en el cuidado del medioambiente; el tipo de acciones que ya han incorporado en su día a día y conocer el grado de conexión entre sostenibilidad y el cuidado de la salud.
De acuerdo con el estudio, la preocupación por el cuidado del medioambiente es una de las prioridades en el imaginario juvenil: un 86,8% se muestran altamente preocupados. El perfil de los que más intranquilidad muestran es el de mujeres con estudios universitarios que continúan estudiando y que han vivido en primera persona eventos extremos del medioambiente.
Esta preocupación está directamente relacionada con experiencias con fenómenos como las olas de calor (67%), los incendios (31,8%), las sequías excepcionales (27,8%), las plagas de insectos y animales (24,8%) y la contaminación del aire (18,7%), los cuales afectan de manera tangible su vida diaria.
Si bien los jóvenes apoyan tanto la acción individual como la colectiva, el 95% afirma que encuentra alguna barrera para poder tener algún estilo de vida sostenible. Por ejemplo, el alto coste de los productos sostenibles (49,1%), la falta de incentivos económicos (34,7%) o la percepción de que las acciones individuales tienen poco impacto (33,9%).
Casi la mitad ha adoptado hábitos sostenibles
Además, el 47,5% afirma haber adoptado hábitos sostenibles en respuesta al cambio climático. Por ejemplo, reciclan y consumen productos de temporada (47,5%) o se desplazan de forma sostenible (29,2%). Son más minoritarias las acciones que implican un mayor compromiso, como participar en manifestaciones o pertenecer a alguna asociación que luche contra el cambio climático.
El estudio también ha mostrado que cuanto mayor es la preocupación por el medio ambiente entre los jóvenes, mayor es la preocupación por la salud: casi el 65% de los encuestados que se preocupan mucho por el medioambiente también están muy preocupados por la salud. En este sentido, uno de cada tres conoce el término ‘One Health’, que interrelaciona salud humana, salud animal y medioambiente, y un 56,4% concluyen que la conexión entre el medioambiente y su salud se hace evidente a través de la necesidad de mantener una buena calidad de aire y agua.
Por último, la investigación ha detallado que la juventud otorga mayor confianza a la información de la comunidad científica, seguida de cerca de la proveniente de organizaciones internacionales y activistas ecológicos. Por debajo están las empresas y los gobiernos y administraciones públicas y por último, los medios de comunicación y las redes sociales.
«La voz de los jóvenes»
El director de la Fundación Pfizer, Sergio Rodríguez, ha resaltado en rueda de prensa la importancia del estudio dado que «no se puede comentar la salud sólo desde el punto de vista de la salud humana» ya que, a su juicio, el entorno en el que uno vive también le condiciona. Por su parte, la directora del Centro Reina Sofía y coordinadora de la investigación, Anna Sanmartín, ha constatado que no hay datos sobre una «desilusión» entre los jóvenes con respecto al cuidado del medioambiente pero sí que ha reconocido que otros informes apuntan a que ha habido «una gran desmobilización» tras la pandemia de la COVID-19.
Por su parte, la directora general de Fad Juventud, Beatríz Martín Padura, ha destacado que la «voz» de los jóvenes está siendo «un poquito más protagonista» en lo que concierne a la «crisis climática» que en otras áreas, algo que defienden desde la organización porque creen que está «acallada» y que se le tiene poco en cuenta.