Abascal dice que tras el fraude de Maduro, Venezuela está en manos de «militares» que quieran «hacer respetar» las urnas
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha mostrado su «convicción» de que ha habido un «fraude electoral absoluto» en Venezuela en las elecciones presidenciales de la pasada semana, proclamando que la situación en el país de Nicolás Maduro está «en manos aquellos funcionarios públicos y de aquellos militares que quieran hacer respetar la voluntad popular».
En una entrevista concedida a Europa Press, Abascal ha dicho que es «imprescindible» que la Unión Europea tenga una «posición muy contundente» sobre la transparencia en los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela.
«Es evidente que cuando la oposición dice tener en su poder el 75% de las actas escrutadas y que eso le da una victoria aplastante de la que Maduro no podía recuperarse, estamos no ante una seria sospecha de un fraude electoral, sino ante la convicción y la certeza de que hay un fraude electoral absoluto», ha denunciado el líder de Vox.
En este punto, ha calificado a Nicolás Maduro de «dictador y torturador» y ha expresado su «temor» de que la «inacción institucional» lleve «al abandono del pueblo de Venezuela». Por eso, ha reclamado «mucha firmeza estos días para lograr que Maduro se vaya del poder inmediatamente».
«Una dictadura blanqueada en España»
Con todo, Abascal ha denunciado que la «dictadura» de Maduro ha sido «blanqueada por medio Gobierno» en España, cargando a su vez contra el exjefe del Ejecutivo el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, «uno de los grandes lacayos de Maduro en Europa».
«Hemos visto a la vicepresidenta del Gobierno –en referencia a Yolanda Díaz– aplaudir a Hugo Chávez y Hugo Chávez no era diferente de Maduro, era la misma persona. Es una dictadura que cambió de personajes», ha censurado el presidente de Vox.
Del mismo modo, Abascal ha reclamado una «posición muy contudente» en Venezuela a la Organización de Estados Americanos (OEA), que, según ha dicho, «no ha emitido un comunicado claro de condena porque Brasil y Colombia se abstuvieron y México se ausentó, es decir, los socios de Sánchez».
A su juicio, el Grupo de Puebla y el Foro de Sao Paulo «son los que están permitiendo que continúe la dictadura de Maduro». «Esto, lógicamente está en manos de los venezolanos, está en manos del pueblo, está en manos de aquellos funcionarios públicos y de aquellos militares que quieran hacer respetar la voluntad popular», ha apostillado.
Exigir el cumplimiento del acuerdo con Marruecos
Respecto a las relaciones con Marruecos, país al que acusa de enviar a España inmigrantes ilegales, Abascal ha exigido a Sánchez que deje de actuar como «lacayo» de Mohamed VI y que frente cualquier «concesión» al país magrebí –como el cambio de posición sobre el Sáhara– y todo tipo de ayudas económicas incluidas, mientras no cumpla el «acuerdo bilateral para la repatriación de ilegales».
«Parece que Sánchez tiene una alianza tan importante con Marruecos como para haber cambiado la política sobre el Sáhara. Si esa relación es de amistad, que entendemos que sí, se podrán cumplir los acuerdos bilaterales con para devolver a los niños con sus padres, cuando son niños, y cuando son mayores, a devolverlos con su rey. Si no es así, será porque Sánchez es un lacayo de Mohamed VI, que es lo que nosotros pensamos», ha apostillado.
Para el líder de Vox, «lo que no puede ser» es que Marruecos se niegue a cumplir ese acuerdo mientras recibe dinero español y europeo para apoyar su regadío y su campo, cuando aquí, por culpa de las instituciones europeas se está persiguiendo al campo español. Esa es la situación y nosotros no vamos a ser cómplices», ha sentenciado.
Delincuentes indultados que acaban aquí
Pero también ha pedido adoptar otras medidas como «vigilar el mar para detener a los traficantes de seres humanos» e «impedir que el Salvamento Marítimo acceda prácticamente a las costas marroquíes para recoger las embarcaciones y traerlas a España».
«Habrá que lanzar un mensaje al mundo y a toda África de que el que entra ilegalmente a España no se le regulariza finalmente en una votación en el Congreso», ha incidido, volviendo a vincular inmigración ilegal con criminalidad.
Según Abascal, «en muchos casos» esas personas «proceden de las cárceles» marroquíes. De hecho, ha recordado que esta misma semana con motivo del 25 aniversario de su llegada al trono Mohamed VI «acaba de indultar a miles de presos» y ha expresado temor a que muchos de ellos acaben llegando a España. «Me parece que es evidente; en Marruecos, precisamente hay mano dura con la delincuencia y si acaban de salir de la cárcel ¿dónde van a ir? Donde no hay mano dura con la delincuencia», ha dicho.
Relación con Meloni y Orbán
El líder de Vox también ha hablado sobre la relación de su formación con otros partidos europeos como el de Viktor Orbán en Hungría y Giorgia Meloni en Italia a raíz de los grupos formados en el Parlamento Europeo tras las elecciones y ha negado de su decisión de aliarse con los del húngaro en Estrasburgo tenga que ver con el resultado de Vox en las europeas.
En este contexto, Abascal ha reivindicado unirse al grupo parlamentario impulsado por Orbán y ha negado que exista un «enfrentamiento» o un «distanciamiento» con Giorgia Meloni por no estar en el mismo grupo.
«Nosotros teníamos alianzas con Giorgia Meloni, como con el primer ministro polaco hasta hace poco y su partido, con los que formamos grupo, pero teníamos a la vez alianzas muy estrechas, tanto con Fidesz y Viktor Orbán, que son la primera fuerza política europea de Hungría, como con Marine Le Pen y Reagrupación Nacional, y otras muchas fuerzas políticas de distintos grupos», ha defendido Abascal.
Sin embargo, ha explicado que había fuerzas políticas que estaban en el Grupo Parlamentario de Conservadores y Reformistas, mientras que otras estaban en Identidad y Defensa y otras no estaban adscritas en el Parlamento Europeo. «Nosotros hemos tenido una interlocución con todos esos, han sido nuestros socios y eso lo han visto los españoles en nuestro gran evento en Vistalegre, en el Viva 24», ha zanjado.
Por último, ha querido dejar claro que no hay «ni un enfrentamiento ni un distanciamiento» con Meloni y que su «relación bilateral» con Fratelli d’Italia y su relación «personal y política» con la mandataria italiana «están intactas».