El TJUE sentencia que una empleada embarazada debe disponer de más de dos semanas para impugnar su despido
El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) ha sentenciado este jueves que una trabajadora embarazada debe disponer de un plazo «razonable» de más de dos semanas para poder impugnar su despido ante los tribunales.
La sentencia del TJUE se refiere al caso de una empleada de una residencia de ancianos que impugnó su despido ante un tribunal laboral alemán, alegando la prohibición de despedir a una mujer embarazada, aunque el tribunal considera que debería desestimar la demanda por presentarse fuera de plazo.
El TJUE ha precisado al respecto que, según la normativa alemana, una trabajadora embarazada que tenga conocimiento de su embarazo en el momento de su despido dispone de un plazo de tres semanas para interponer una demanda. En cambio, si no tiene conocimiento de su embarazo antes que expire este plazo, solo dispone de dos semanas para impugnar el despido.
Según el fallo de este jueves, un plazo «tan breve», en particular comparado con el plazo ordinario de tres semanas, parece incompatible con la directiva y considera que es susceptible de dificultar en gran medida que la trabajadora embarazada pueda obtener un asesoramiento útil y presentar la demanda.
Por ello, dado que un plazo de dos semanas para solicitar la admisión de una demanda presentada fuera de plazo parece ser «demasiado breve», el TJUE ha sentenciado que una trabajadora embarazada debe disponer de un plazo «razonable» para poder impugnar su despido ante los tribunales.