Más de 20 propuestas cartografían la diversidad de la danza contemporánea en el 39 Madrid en Danza

Más de 20 propuestas de 22 compañías cartografiarán del 9 al 26 de mayo la excelencia y diversidad de la danza contemporánea en la 39 edición del Festival Madrid en Danza, que traerá siete estrenos y que tendrá entre sus novedades la conversión, el 11 de mayo, de la simbólica Puerta del Sol como escenario y escuela de baile.

Una maratoniana jornada de diez horas en la que esta simbólica plaza se transformará en un gigantesco estudio donde se representarán diferentes espectáculos y se invitará al público a participar y aprender pasos de bailes de salón, danza moderna, flamenco o danza contemporánea.

Además de este escenario al aire libre, el festival se desarrollará en otros cuatro escenarios de la capital (Teatros del Canal, Teatro Pradillo, Sala Cuarta Pared y Centro Cultural Paco Rabal) y en otros siete municipios de la región –San Lorenzo de El Escorial, La Cabrera, Pinto, Getafe, Coslada, Alcorcón y Alcobendas–, con una apuesta por la autoría viva, la gran creación contemporánea nacional e internacional, y flamenca.

Serán cuatro las compañías internacionales y nueve las provenientes de la región madrileña, mientras el resto provienen de Andalucía, Canarias, Galicia, País Vasco y Navarra, tal como ha desvelado la directora artística del festival, Blanca Li, durante la presentación de esta nueva edición, celebrada en los Teatros del Canal en un acto que ha estado presidido por el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco.

Li ha invitado a recorrer los diferentes escenarios y viajar con el festival, mientras De Paco Punto ha subrayado la apuesta por la danza de la Comunidad, que reúne «más 200 compañías», «casi el 25% del total de España».

Así, el público podrá disfrutar de trabajos llegados desde cinco países, con siete estrenos (cuatro en España y tres en la Comunidad). Teatros del Canal aglutinará gran parte de la programación, con una decena de espectáculos, y estrenará en España las cuatro producciones internacionales de (La)Horde / Ballet National de Marseille, la Compañía Wayne McGregor, la Stephanie Lake Company y la coreógrafa belga Anne Teresa de Keersmaeker, al frente de Rosas.

Las representaciones las abrirá el Ballet National de Marseille, que vuelve a Canal después de su paso en 2022 con ‘Room with a view’. En ‘Age of Content’ (9 y 10 de mayo) se zambullen en el universo virtual elaborando un lienzo que fusiona danza y multimedia e invitando al espectador a atravesar el intrincado tapiz de la identidad (entre lo virtual y lo real), los medios de comunicación y las normas contemporáneas.

Aunque se inspira en la película ‘El cristal oscuro’, de Jim Henson (el creador de los Teleñecos), ‘UniVerse: A Dark Crystal Odyssey’, el más reciente espectáculo del multipremiado coreógrafo británico Wayne McGregor (15 y 16 de mayo), no es una traslación del universo fantástico del filme sino una inspiración para pensar sobre un planeta, la tierra, enfermo, y la crisis climática actual, que necesita urgentemente, según entiende, una curación.

Danza, percusión y mucha música 

Anne Teresa De Keersmaeker estrenará el 19 de mayo en España ‘EXIT ABOVE: affer tho tempest’, con música de Meskerem Mees, Jean-Marie Aerts, Carlos Garbin. En ‘Manifesto’ (del 24 al 26 de mayo) la australiana Stephanie Lake provoca una simbiosis entre la danza y la percusión entre nueve bailarines y nueve baterías.

Este año, junto a nombres como Alfonso Losa, del que se rescata su último montaje, ‘Flamenco: Espacio creativo’ (24 de mayo), donde su danza flamenca se expone a nuevos conceptos y movimientos, sobresalen dentro del baile jondo espectáculos sorprendentes como ‘Zarra’, propuesta dedicada al futbolista Telmo Zarra alumbrada por la bailaora bilbaína Adriana Bilbao.

Conjugando danza y flamenco con elementos deportivos asociados al fútbol, ‘Zarra’ (25 de mayo) recorre la historia del jugador del Athletic Club y de la selección española de fútbol en una época radicalmente diferente.

‘La Reina del Metal’ (15 de mayo) inventa un género fugaz y único: el ensayo flamenco para dos cuerpos rodeados a partir del baile de Vanesa Aibar junto a los sonidos extraídos del metal y la electrónica del músico Enric Monfort.

‘Verso libre’ (17 de mayo) es una improvisación de la joven bailaora gaditana María Moreno en torno al cuerpo en fiesta, acompañada a la guitarra por Raúl Cantizano, al cante por Miguel Lavi y al compás Roberto Jaén.

Y en ‘Las Alegrías’ (19 de mayo), Paula Quintana compone la primera pieza de una trilogía en torno al renacer, el empoderamiento y la elevación de los cuerpos. En ‘Mariana’ (10 de mayo), Luz Arcas con su compañía La Phármaco celebra el arte jondo primitivo a través de la danza contemporánea ataviada como un animal de carga.

La recuperación de la esencia ancestral mueve igualmente el baile de Nova Galega de Danza, que presenta en ‘Berro’ (10 de mayo) el vacío que supone ser individuos aislados.

Por su parte, la bailarina y coreógrafa Janet Novás y la compositora e investigadora del folclore gallego Mercedes Peón se alían en ‘Mercedes máis eu’ (22 de mayo) para explorar las relaciones particulares que existen y se establecen entre su danza y su música plagado de imágenes evocadoras.

Flamenco y fotografía 

Y en ‘Afanador’ (23 y 24 de mayo), el Ballet Nacional de España bucea en el universo flamenco del célebre fotógrafo de moda y retratista colombiano Ruven Afanador, reflejado en los libros ‘Ángel gitano’ y ‘Mil besos’, dos sesiones fotográficas realizadas en Andalucía.

Las propuestas de danza contemporánea española se bifurcan en dos caminos, el de la reflexión sobre el hecho estético y el de la toma de conciencia del mundo de hoy, como sucede con la danza pasional del colectivo Led Silhouette (Jon López y Martxel Rodríguez) y Marcos Morau en ‘Los perros’ (16 de mayo).

Una idea similar la plantea Eduardo Vallejo en ‘Glass House’ (24 de mayo), en la que abre la puerta a la salvación del individuo que vive en una sociedad antiutópica en la que se siente alienado. Y a una utopía (un mundo sin guerra) parece dirigirse el cordobés Antonio Ruz en el canto antibélico de ‘PHARSALIA’ (17 de mayo), que se inspira en la única obra que ha sobrevivido de su paisano Marco Anneo Lucano (39-65 d. C.), nieto de Séneca, autor de esta obra, un poema épico inacabado en diez cantos sobre la guerra civil entre Julio Cesar y Pompeyo Magno.

El amor es el tema central de otros dos montajes, ‘VAV’ (17 de mayo), de Daniel Abreu (Premio Nacional de Danza 2014) y ‘He aquí un acto romántico’ (16 de mayo) de Richard Mascherin.

En ‘SHINE’ (23 y 24 de mayo), la coreógrafa vasca Judith Argomaniz analiza con sus ocho bailarines la búsqueda del éxtasis, de la felicidad, la adicción al hedonismo y la busca de evasión en la sociedad actual al ritmo de la música tecno, mientras que ‘Mucha Muchacha’ (24 de mayo), debut hace tres años de la compañía del mismo nombre que recupera el festival, reivindica al grupo de mujeres conocido como Las Sinsombrero, de poetas, escultoras, ilustradoras, filósofas, artistas gráficas y periodistas, que la Guerra Civil relegó al olvido.

El coreógrafo israelí afincado en España Sharon Fridman interviene en Madrid en Danza con ‘Europa’ (12 de mayo), dirigido por Luis Luque, donde aborda el mito griego del mismo nombre sobre el rapto violento de una princesa fenicia por Zeus, convertido en toro, para obligarle a vivir una vida que no ha sido elegida por ella.

Dentro de este festival, el Teatro Pradillo acogerá la undécima muestra coreográfica internacional Beta Pública, que reúne producciones de corta duración de creadores noveles seleccionadas por el equipo artístico de la muestra.