La Guardia Civil desmantela un vertedero clandestino de amianto en una pedanía de Murcia
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado una actuación en una pedanía de Murcia que ha culminado con la localización y retirada de más de dos toneladas y media de amianto, ubicadas en una zona rural, habilitada a modo de vertedero clandestino.
Tres personas han resultado investigadas como presuntas autoras de delitos contra los recursos naturales y el medioambiente, según informaron fuentes de la Benemérita en un comunicado.
La investigación se inició el pasado mes de noviembre gracias a la colaboración ciudadana, cuando guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) fueron alertados de la existencia de una gran acumulación de tubos de amianto en una zona rural del municipio de Murcia.
2.618 kilos de amianto
Las pesquisas practicadas permitieron localizar el enclave donde se amontonaban a la intemperie 50 tubos de unos cuatro metros de largo, al parecer excedentes de antiguas conducciones de riego de campos de cultivo de la zona. En total, sumarían un peso total de 2.618 kilos.
Pese a tratarse de una zona de difícil acceso en la pedanía de Gea y Truyols, al presentar el sendero que conduce al lugar grietas por escorrentías que dificultan el tránsito de vehículos convencionales, la Guardia Civil ha gestionado la retirada de las citadas tuberías, a través de una empresa especializada en la manipulación de productos tóxicos y peligrosos; que ha procedido a su retirada y deposito en un vertedero autorizado.
La investigación continuó para identificar a los titulares de la finca, presuntamente relacionados con este abandono incontrolado de productos altamente tóxicos, lo que ha permitido recientemente, la localización de tres hombres a los que les han sido instruidas diligencias como presuntos autores de delito contra los recursos naturales y el medioambiente.
Según se desprende de la investigación, para evitar los gastos derivados de la gestión de este tipo de residuos, los ahora investigados habrían acumulado los materiales, a la intemperie y sin ningún tipo de medida de seguridad, con el consiguiente riesgo para el medioambiente y la salud de las personas.
La legislación sobre fibrocemento o fibroamianto indica que los géneros que contengan este material deben poseer una impronta NT (nueva tecnología), que indicaría que está fabricado con fibra de vidrio: un producto no peligroso para la salud. Los tubos hallados carecían de esta inscripción.
Las personas investigadas –de 48, 54 y 60 años y vecinas de Cartagena–, junto a las diligencias instruidas han sido puestas a disposición del juzgado de Instrucción de Murcia.