La memoria de Gerardo Diego descansa en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes
La hija de Gerardo Diego, Elena Diego y el vicepresidente de la Fundación Gerardo Diego y nieto del poeta, Juan Cuesta Diego, han depositado este miércoles el legado del poeta vinculado a la Generación del 27 en la caja número 928 de la cámara acorazada del Instituto Cervantes, también llamada Caja de las Letras.
Los descendientes del poeta han depositado en la Caja de las Letras algunas piezas, que han sido elegidas por la presidenta de la Fundación Gerardo Diego.
Entre ellas, destacan algunas primeras ediciones señeras como ‘Manual de espumas’ (1924) con un retrato de Gerardo Diego por José Moreno Villa, ‘Una estrofa de Lope’ (1948) el discurso leído en el ingreso a la Real Academia Española, y el último número de la publicación dirigida por él, ‘Carmen: revista chica de poesía española’ (1928).
El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, ha puesto en valor la figura de Gerardo Diego, «autor de algunos de los mejores sonetos y romances de la cultura en español» y ha destacado la importancia de que su legado forme parte de la Caja de las Letras, espacio que atesora la memoria de los grandes creadores en español.
Según un comunicado del Instituto Cervantes, también han sido depositados en la caja artículos como fotografías personales, un manuscrito, un mecanoescrito con anotaciones o publicaciones fundamentales del representante de la Generación.
Durante su intervención, Montero ha recordado que «la verdadera riqueza de un país es su cultura, y la mejor manera de comprometerse con el futuro es saber elegir las mejores herencias del pasado» y ha agradecido a la Fundación Gerardo Diego la donación de los artículos a la Biblioteca Patrimonial del Instituto Cervantes.
De esta forma, el legado de Gerardo Diego será parte de la Caja de las Letras junto con nombres como Gabriel García Márquez, Luis García Berlanga, Ana María Matute, Nuria Espert o Miguel Hernández.
