Según un análisis publicado en la revista ‘Heart’, llevar a cabo una dieta mediterránea en la alimentación reduce casi un 25% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares en las mujeres. 1/3 de las mujeres en todo el mundo sufren este tipo de enfermedad.
Una alimentación mediterránea es rica en verduras, fruta, legumbres, aceite de oliva, frutos secos, pescado o marisco y cereales integrales. Productos como los lácteos, el vino, los procesados o la carne roja deben consumirse con moderación.
Para realizar este estudio, los científicos realizaron investigaciones sobre el impacto potencial de esta dieta en la salud cardiovascular y el riesgo de muerte en las mujeres, aunque por el momento, el riesgo de padecer esta enfermedad no se distingue por sexo.
“Los mecanismos que explican el efecto específico de la dieta mediterránea en función del sexo sobre las enfermedades cardiovasculares y la muerte siguen sin estar claros”, afirman.