Un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, publicado en la revista Nature, ha descubierto que las partículas de un incendio forestal suspendidas en el aire pueden desencadenar reacciones químicas en la capa de gas que protege a la Tierra de las radiaciones ultravioleta.
Al parecer, y según informó Naciones Unidas, la capa de ozono, está en recuperación, pero, por el momento no se sabe qué efecto tendrán a largo plazo los incendios forestales.
Este estudio, se centra en concreto en el incendio del este de Australia entre diciembre de 2019 y enero de 2020. “Los incendios australianos de 2020 fueron realmente una llamada de atención para la comunidad científica. El efecto de los incendios forestales no se había tenido en cuenta antes en las proyecciones de recuperación de ozono y creo que ese efecto puede depender de si los incendios se hacen más frecuentes e intensos a medida que se calienta el planeta”, afirma Susan Salomon, catedrática Lee y Geraldine Martin de Estudios Ambientales de MIT.