Cacerolita: el animal que ha sobrevivido a 200 años, pero no al hombre

La cacerolita de mar es una especie de quelicerado de la clase Merostomata, que puede llegar a alcanzar hasta los 60 cm de longitud.

Esta especie de cangrejo  principalmente se encuentra en la península de Yucatán, México. Habita en aguas poco profundas con fondos oceánicos suaves, arenosos y fangosos, como lagunas costeras y manglares, donde se entierra fácilmente alimentándose de moluscos, cangrejos, almejas, peces y algunas algas. gunas costeras y manglares, donde se entierra fácilmente alimentándose de moluscos, cangrejos, almejas, peces y algunas algas. En el invierno migran hacia las playas arenosas de estuarios, para su reproducción.

Y tras 200 años de supervivencia, actualmente se encuentran en peligro de extinción por culpa del sur humano. Pues la principal causa de extinción es la intensa  caza por parte del ser humano. 

La cacerolita se utiliza frecuentemente en la producción de fertilizantes y como cebo para la captura de especies marinas de valor comercial como la anguila, la construcción de puertos, zonas urbanas y turísticas costeras han modificado, contaminado y destruido sus hábitats.

Además una de las características fisiológicas que les ha permitido mantenerse en la tierra, se ha convertido en su peor enemigo. Su sangre, como la de otros artrópodos, se conoce como hemolinfa y contiene hemocianina. Esta es una proteína rica en cobre que se torna de color azul al transportar el oxígeno. De su sangre se obtiene una sustancia conocida como “lisado de amebolitos de límulus” (LAL) que se utiliza en la industria farmacéutica. Con ella se comprueba que productos como dispositivos médicos, vacunas y otros medicamentos (para el cáncer y el VIH) estén libres de patógenos y toxinas.

Afortunadamente, se han logrado establecer planes de protección debido a su situación de especie relicto y a su limitada distribución. En Estados Unidos, se han establecido regulaciones sobre su captura, modo de extracción y cantidad de sangre obtenida por cada individuo, con lo cual ya no se provoca la muerte de los individuos.