El exdictador panameño, Manuel Antonio Noriega ha muerto a los 83 años. El exgeneral se encontraba hospitalizado desde marzo por un tumor cerebral en el hospital Santo Tomás de Ciudad de Panamá, donde ha fallecido. El tumor que le permitió salir de la cárcel en la que llevaba sus últimos 26 años para tratarse.

El 20 de diciembre de 1989, unos 28.000 soldados estadounidenses tomaron por asalto Panamá para destruir a su brutal régimen que tuvo lugar de 1983 a 1989 en el que torturó a sus enemigos, trabajó con narcotraficantes y espió para la CIA.

Noriega fue condenado en 1992 a 40 años de prisión por delitos relacionados con el narcotráfico en Estados Unidos. En 2010 fue extraditado a Francia donde se le sentenció a 7 años por blanqueo de capitales. En 2011 fue deportado a Panamá condenado a una pena de 20 años de prisión por múltiples cargos de homicidio y desapariciones forzadas.

Noriega, según sus allegados era un joven de caracter desalmado, fue adoptado y criado en un duro barrio de San Felipe, con ayuda de uno de sus hermanastros se unió a los militares y consiguió graduarse en la Escuela de las Américas de Estados Unidos, considerada entonces como una escuela de dictadores.