Rescate, geolocalización y perros adiestrados: el sexto sentido

 

 

16 de abril 2016. Ecuador. Terremoto de 7,8 grados en la escala Ritcher. Más de 660 muertos y más de 20.000 personas heridas. El número de desaparecidos llegó a superar los 2.000. Finalmente ha quedado reducido a 32. Los equipos de rescate trabajaron a contrarreloj. Cualquier ayuda se hizo imprescindible.

Tecnología y unidades caninas son fundamentales. La primera, gracias a la geolocalización que facilitan los teléfonos móviles. La segunda por el olfato de los rescatistas caninos. Su gran capacidad olfativa y un meticuloso entrenamiento les permite encontrar personas literalmente atrapadas entre los escombros.

 

Señales que emiten los móviles

 

Como ya quedó demostrado tras el tifón Haiyán, que sacudió las islas Filipinas en noviembre de 2013, la tecnología puede jugar un papel clave en catástrofes tales como un terremoto o un tsunami a la hora de localizar y rescatar a las miles de personas que pueden quedar atrapadas bajo los escombros.

Todo comenzó en 2009. Una señal, débil pero significativa, procedente de un móvil de uno de los pasajeros permitió localizar el lugar en el mar donde cayó un avión CASA 212 accidentado. Una aplicación, “buscar mi móvil”, marcó un antecedente en la búsqueda de supervivientes en una catástrofe.

La aplicación, presente en la mayoría smartphones, permite localizar los dispositivos en caso de extravío, pero también en un terremoto. El sistema muestra un mapa con la localización aproximada del dispositivo perdido. Lo señala con un círculo cuyo radio representa el margen de error.

De hecho, apoyado en la geolocalización, Jonathan Cheseaux ha desarrollado un dron capaz de localizar a las víctimas de un desastre natural a partir de la señal de sus teléfonos móviles; investigadores del Instituto Fraunhofer de Flujo de Materiales y Logística (Fraunhofer IML, Alemania) han desarrollado un sistema que utiliza las señales del sistema de navegación por satélite Galileo para localizar víctimas con una precisión de centímetros.

 

Rescate, pero también localización de personas extraviadas

 

Las redes sociales, además, tienen un papel fundamental a la hora de conocer el paradero de personas que estaban en la zona en el momento que ocurrió la tragedia, como se ha probado recientemente tanto en atentados como en desastres naturales. Google, Facebook o Twitter lo demuestran cada día.

Herramientas como Person Finder permiten localizar personas extraviadas o localizar a aquellas de las cuáles no se tiene información. Cuenta con dos opciones, la primera permite ingresar el nombre de la persona que es buscada, mientras que la otra posibilita proporcionar información sobre alguien.

 

Unidades caninas, una pieza clave para los equipos

 

La imagen de Dayko, muerto tras salvar a 7 personas tras el terremoto de Ecuador dio la vuelta al mundo. Sufrió un infarto provocado por el cansancio, la deshidratación y las lesiones sufridas buscado supervivientes entre los escombros. Llevaba tres años en unidades de rescate. Lobo llegó a la localidad de Pedernales desde Quito. Salvó a vida a 10 personas, ahora se recupera de las heridas producidas en sus patas al moverse sobre los derrumbes. Unidades caninas del Ejército y procedentes de prácticamente todo el mundo llegaron a Ecuador dispuestos a colaborar en el rescate de personas.

Perros, como Dayko, están entrenados para  “ventear”, es decir oler el aire y detectar partículas de olor humanas. El entrenamiento les permite localizar esos olores y discriminar el procedente de quien está en superficie y el que ‘sale’ del subsuelo.

 

Vibraciones o latidos

 

Leader ha desarrollado toda una serie de productos, la gama Search & Rescue. Aparatos que detectan la menor vibración emitida por una víctima consciente: rascaduras, voz, respiración, movimientos en su tórax, etc. así como otros capaces de visualizar y comunicarse con las víctimas, lo que permite al equipo de rescate  evaluar el nivel de asistencia y de socorro necesarios.

Aparatos que ‘leen’ cualquier movimiento utilizando la tecnología UWB(Ultra Wide Band, Banda Ultra Ancha) hasta una distancia de 30 metros al aire libre. “Estos nuevos equipos son aparatos incuestionablemente de una gran facilidad de empleo in situ, así como en los escombros: bloques hasta 6 metros de espesor, ladrillos, piedras y hormigón armado. Cada vez, una o dos víctimas sólo respondían a la llamada de superficie por ligeras rascaduras“, subraya Dominique MORIN – Ex Manager and Chief of International Operations – Secouristes Sans Frontières.

Avances tecnológicos que en Europa se agrupan en torno a la iniciativa europea “SGL for USaR” en la que participan investigadores y miembros de los equipos de rescate internacionales.