Al día#En140″ Caso Nisman, Macri pide ayuda al FBI

El cambio presidencial en Argentina impulsa las investigaciones sobre la muerte del fiscal argentino, Alberto Nisman, cuyo cadáver apareció en su domicilio en vísperas de unas supuestas revelaciones que implicarían a la expresidenta Cristina Fernández en una trama con Irán.

El objetivo de la trama: parar las investigaciones del atentado contra la Asociación Israelita Argentina en 1994 -el atentado más grave en suelo argentino que dejó un rastro de 85 muertos y 300 heridos-. A cambio, Argentina se habría beneficiado de un jugoso acuerdo comercial con Irán, firmado en 2013. El acuerdo bilateral incluía venta de petróleo y la sospecha de cobro de comisiones ilegales.

Toda una bomba, de ser ciertas las tesis del fiscal, que situaría fuera de la ley a la expresidenta.

Ha pasado un año largo desde la muerte de Nisman, pero todavía no se ha despejado si se trata de un asesinato o de un suicidio, como sostiene la tesis oficial. La entonces presidenta no dudo en rubricar la versión del suicido a través de las redes sociales. Ahora el presidente Macri pide a EE UU que desclasique toda la información reservada relativa al atentado. Y en relación al sumario, pelea de competencias entre la fiscalía y la jueza instructora del caso.

El suceso ha dado lugar a todo tipo de hipótesis y especulaciones, no solo en torno a la muerte del fiscal, también en relación al atentado de 1994. El suceso dividió al gobierno, y detractores de la presidenta denunciaron la implicación de los servicios de inteligencia como responsables de la ‘desaparición’ del fiscal y se produjeron ceses en los servicios secretos que realizaron la investigación pertinente.

Los defensores de la tesis del suicidio implican al entorno del fiscal para ayudarlo en sus planes suicidas o de ser los responsables de su muerte. Se ha desplegado en el país una campaña de desprestigio de Nisman en la que se habla de su presunta homosexualidad o de la existencia de cuentas bancarias comunes en Nueva York con el técnico informático que presuntamente facilitó el arma que acabó con su vida.

Caso Nisman: un auténtico culebrón juidicial

Un culebrón juidicial que se adereza con la acusación particular que encabeza su exmujer, la jueza Sandra Arroyo Salgado, una de las más firmes defensoras de la tesis del asesinato y las disputas entre la fiscal del caso, Viviana Fein, Arroyo Salgado y la jueza de instrucción Fabiana Palmaghini. Por cierto, esta última decidió apartar a Fein de la investigación.

Habrá que esperar a ver si el FBI pone un poco de luz a este turbio asunto que bien podría ser el argumento de un trhiller de éxito.