Arranque de la campaña electoral más trascendente en España, a tenor de lo que cuentan los sondeos, en un ambiente íntimo, casi familiar. El portal de la sede, un pequeño teatro, un polideportivo rememorando glorias deportivas pasadas, un hotel que sabe a triunfo o en el pueblo con papá son algunos de los escenarios para la pegada de carteles. Sitios acogedores, pequeños, y sobre todo, que hacen a los candidatos sentirse como en casa.
Mariano Rajoy y el PP eligieron el portal de su sede en Madrid. Acudió sin su familia. Rajoy, iba vestido como un señor; traje, corbata bien puesta, camisa blanca y un abrigo largo, que había que resguardarse del frío. Al finalizar, comida y bebida para todo el mundo en una improvisada barra, que no botellón, en la calle. Una forma de querer acercarse a la ciudadanía a la que quiere dirigirse.
Todo muy campechano, pero sin prescindir del plasma, esta vez ubicado detrás de él y con imágenes de Madrid. Y tras el discurso, un gesto austero, en el que con muy poca maña, a lo mejor era por el frío y sus manos no le respondían, pego el cartel en la pared a brochazos con cepillo y cola. A su lado, Soraya Sáenz de Santamaría, más risueña, lo hizo con más garbo.
Qué decir de sus acompañantes, Esperanza Aguirre, figurante sin frase estuvo ausente en varios momentos.
Eso sí, no falto la alusión a España en el escenario. El nombre patrio presidía el atril de los oradores. Una palabra que no apareció escrita en ninguno de los otros arranques de campaña.
Del Portal de Belén al pueblo de papá
Parece que los candidatos han elegido estos lugares porque estamos en Navidad: del ‘portal de Belén’ pasamos a un pueblo de Zamora, al del padre de Pablo Iglesias. Un lugar que hizo al podemita sentirse como en casa. El candidato de Podemos, fue el único que no inició la campaña en Madrid. Arropado por su gente, en plena calle, comenzó a leer una carta a los ciudadanos, al estilo “una carta para los Reyes Magos”, prescindió de dar un mitin y concluyendo, con un poco más de salero que Rajoy, pegó el cartel con ayuda de su padre, un gesto muy emotivo y cercano. No hubo atrezzo por ningún lado. Pablo Iglesias acudió con un estilo casual, con abrigo y su inseparable coleta.
Un polideportivo, guiño estratégico de Pedro Sánchez
Y del refugio de papá al extrarradio de Madrid, en un polideportivo, un parapeto idóneo para un ex jugador de baloncesto. Muy simbólico para alguien que está acostumbrado a las canchas y jugar difíciles partidos.
Un escenario a la americana -sin cuarta pared y rodeado de los suyos- y un plasma. En frente, un público que se desvivió en aplausos, pero sin bailes. Pedro acudió con un estilo informal; unos vaqueros, una camisa blanca, con el primer botón desabrochado, y sin corbata. Acompañado de una chaqueta de color verde militar.
Eso sí, un look muy casual para mostrar un aspecto más cercano e igualitario a su público. Pero en cuanto a despliegue de atrezzo, no faltó de nada: Banderas y pancartas de todos tamaños y colores, ni banderolas, y las cartulinas incitando a los corifeos al Pedro ” Presidente”.
Un hotel con sabor a victoria
Albert Rivera, también optó por lo ‘casual’ (¿tendrán el mismo estilista?): una camisa blanca, sin corbata, con el primer botón desabrochado y una americana, un punto más de elegancia que Sánchez.. No podía ser para menos en el Hotel Eurobuilding.
Un lugar acogedor, con pocas personas y para sentirse arropado por los suyos. Destacar el detalle, que en este hotel fue el lugar emblemático donde celebraron su primer éxito electoral. Un pequeño detalle que para el candidato de Ciudadanos era toda una comodidad, sentirse como en casa.
Un escenario y el público en frente, sentado, escuchaban a Rivera detrás del atril, y veían como detrás de él, su equipo le aplaudía y apoyaba.
El teatro de IU
Ningún candidato se la ha jugado en sus escenarios, no iba a ser menos, Izquierda Unida. Tan solo una pizca de valentía al apostar por un barrio donde apenas consigue votos: el barrio de Salamanca. Un sitio acogedor y pequeñito, un teatro en la calle de Goya donde tuvo el honor de iniciar su candidatura de forma teatral.
Subido al escenario,Garzón con una indumentaria muy normal, un jersey y una chapita con el logotipo de su partido, estratégicamente situada sobre su pecho -para que salga bien en la tele-.El público sentado escuchó atentamente sus palabras, y al finalizar, sin necesidad de regidor- todos aplaudieron a rabiar como en los grandes estrenos… y para casa.
Unos arranques muy acogedores, incluso nos sirven para hacer un buen planning para el vecino puente: una visita al pueblo, después algo de deporte, vámonos a echar un partido de baloncesto, corre que te corre, arréglate, da igual con traje o jersey, camisa; con o sin corbata, no importa, lo que sea, y nos vamos a la verbena donde comeremos bien y así no iremos con hambre a ver la obra de teatro y para finalizar, donde mejor para descansar que una cama de hotel, donde podremos redactar la carta de Los Reyes Magos, si la fuerza aún nos lo permite, porque después de haber hecho este planning y pegar a brochazos carteles, estaremos exhaustos.
