El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha imputado a cinco dirigentes de ETA por el asesinato de Gregorio Ordóñez hace veinte años. Ignacio Gracia Arregui; José Javier Arizcuren Ruiz, “Kantauri”; Mikel Albisu Iriarte, Julian Atxurra Egurola y Juan Luis Aguirre Lete integraban el “comité ejecutivo” de la banda terrorista cuando ETA tomó la decisión de asesinar al portavoz del PP en el Ayuntamiento de San Sebastián. El magistrado admite así a trámite la denuncia que presentó Consuelo Ordóñez, hermana del político asesinado a bocajarro en un bar de la capital guipuzcoana el 23 de enero de 1995.
Pedraz se basa en informe de la Jefatura de Información de la Guardia Civil que aporta, dice el juez, “fiables y verosímiles indicios” de la participación de los imputados en la decisión de matar a Ordóñez. El auto del magistrado describe el funcionamiento piramidal y jerárquico de ETA y recalca que su cúpula asume todas las funciones directivas, “de forma que no hay nada que esa cúpula no controle, impulse o dirija, como órgano encargado de que se cumplan las líneas estratégicas de la banda criminal, cuyos miembros ostentan la cualidad de dirigentes y responsables de los principales ” aparatos” del grupo, incluido el militar”.
El magistrado recuerda que, tras la caída de la cúpula etarra en Bidart (Francia), la banda intentó recuperarse del ese golpe policial iniciando una nueva estrategia que pasaba por atentar contra militantes y dirigentes de PP y PSOE, “tratando así de desestabilizar al Estado y lograr una hipotética negociación”.
