El Papa aboga por simplificar y abaratar la nulidad eclesiástica

El Vaticano también emite decretos, llamados motu proprios y el Papa Francisco ha vuelto a sorprendernos con dos. Dispuesto a revolucionar la Iglesia, el Papa, en el cambio más sustancial de la Iglesia Católica en cuanto a los procedimientos de anulación del matrimonio en siglos, ha anunciado que simplificará radicalmente el proceso de nulidad y ha pedido a los obispos que ofrezcan mucha más ayuda a las parejas divorciadas.

La reforma aprobada  introduce la sentencia única y la decisión directa del obispo en los casos más claros. Los dos decretos,’Mitis Iudex Dominus Iesus’ y ‘Mitis et misericors Iesus’, explican las reformas. Se introduce un proceso breve de nulidad, “para acercarse a los fieles que se alejan ante las estructuras jurídicas de la Iglesia a causa de las distancias física o moral”.

El Papa, que se reafirma en la “indisolubilidad del matrimonio”  entiende que en aquellos procesos donde se puede aplicar el principio de nulidad resultan lentos, algo que hay que corregir.

La reforma de la nulidad matrimonial se produce justo un mes después de que Francisco, adelantándose al Sínodo de la Familia que se celebrará en octubre, advirtiese de que los divorciados no están excomulgados y siguen siendo parte de la Iglesia.

El Papa alertó de las repercusiones que para la comunidad cristiana puede acarrear desentenderse de los divorciados: “¿Cómo podemos pedirles a estos padres educar a sus hijos en la vida cristiana si están alejados de la vida de la comunidad?”.