Tajada de la tragedia: fingir ser una víctima

Una de las últimas tragedias aéreas, la de Germanwings,  ha sacado a la palestra la historia de una mujer que ha fingido ser familiar una víctima para pasar unas vacaciones con los gastos pagados en Los Alpes. No es el único caso, en Irispress hacemos un recorrido por los más sonados y analizamos con nuestro psicólogo de cabecera, Adolfo Sánchez Burón, los porqués de estas personas para construir una vida ficticia, sacando tajada de la tragedia.

Españoles entre los farsantes

Alicia Esteve, Herman Rosenblat, Irene Zisblatt, Moshe Peer o Enric Marco son algunos de los farsantes más destacados de la historia. Alicia Esteve y Enric Marco son ambos naturales de España. La primera fingió ser supeviviente del 11-S y el segundo, del campo de concentración de Mauthausen, llegando a presidir una asociación de víctimas en Cataluña y a recibir la Cruz de San Jordi, la máxima condecoración civil que entrega la Generalitat. Condecoración que Marco devolvió cuando se descubrió el engaño, devolución que la Generalitat aceptó de buen grado.

¿Solo por dinero?

Los motivos económicos siempre o casi siempre se esconden tras este tipo de conductas, pero hay algo más que empuja a las falsas víctimas a enmarañarse en una red de mentiras que rara vez acaba bien.

¿Enfermedad o morro?

¿Padecen un trastorno? ¿Es solo una espiral de falacias que se les ha ido de las manos?. Descubrimos qué hay detrás de aquellos que se embarcan en la aventura de fingir de por vida. Desde Los Alpes a las Torres Gemelas pasando por el holocausto, están presentes en todo tipo de catástrofes y en ocasiones han hecho falta años y años para pillar sus mentiras. Años en los que han cobrado subsidios y han acaparado las portadas de los periódicos generando un sentimiento de empatía entre la opinión pública. Empatía que se torna rechazo en cuanto se descubre el pastel.