¿Qué ha pasado con el ébola?
La trayectoria del ébola en el mundo
El ébola entró en España con la llegada los misioneros Miguel Pajares y Manuel García Viejo y puso de manifesto la mala decisión de desmantelar el Hospital de Referencia Carlos III y convertirlo en un centro de media y baja estancia. Sus competencias fueron diseminadas por el resto de los hospitales de Madrid. El tratamiento de posibles casos de ébola recayó en el hospital La Paz. Desde el primer momento los profesionales sanitarios denunciaron la situación en los juzgados el 11 de Julio en Madrid , por considerar que no estaban preparados para tratar casos de ébola.
La repatriación del padre Pajares puso en evidencia la descoordinación con la que el gobierno estaba abordando la emergencia. El primer punto en discordia fue lo relativo a los gastos de la repatriación de los misioneros. Mercedes Vinuesa, exdirectora general de Salud pública, aseguraba que el traslado correría a cargo de la congregación religiosa, por el contrario Rajoy lo negaba y aseguraba que el Estado sería el responsable de cubrir los gastos, como así fue. Mientras España se envolvía en su realidad, el ébola en África Occidental elevaba el número de muertes a 1.013.El 25 de septiembre, la cifra aumentaban a 2.197 fallecidos en Liberia, donde estalló el brote. Ese mismo día, en España, el misionero Manuel García Viejo fallecía.
EEUU, que había tratado a cooperantes por contagio de ébola , comenzó el mes de octubre con el primer infectado por el virus en el país, Thomas Eric Duncan, que tras viajar a Liberia, era ingresado en estado crítico en el Hospital Prebisteriano de Dallas. Un día después el cámara y redactor estadounidense de la NBC que cubría en Monrovia (Liberia) el brote de la enfermedad, se contiagó.
El 6 de octubre de 2014, Teresa Romero, personal sanitario que trató a los misioneros españoles, ingresaba en el Hospital de Alcorcón, primero, y en el Carlos III después. España entraba en alerta con una infectada y comenzaban las alarmas en el resto de hospitales para prevenir cualquier otra infección. Su marido Javier Limón encabezó una campaña , a favor de su perro Excálibur, recogido por los servicios públicos en el domicilio de la afectada y su marido, internado en cuarentena, que pese a su lucha desde las redes sociales no consiguió salvarlo. Tras salir del hospital, Teresa y su marido denunciaron las irregularidades que habían vivido tras la experiencia. La auxiliar de enfermería dejando atrás la pesadilla, consiguió superar la enfermedad.
Un caso muy distinto se daba en EEUU con Nina Pham una enfermera infectada que trató el caso de Erick Duncan. La sanitaria enviaba un vídeo a las redes sociales manifestando el estado en el que se encontraba, y anunciando su mejoría. En este caso, a su perro Bently, se le hizo un estudio para descartar la enfermedad y pasado el periodo de cuarentena de veintiún días con éxito, su dueña Nina volvió reunirse con él.
Amber Vinson, otra enfermera estadounidense que atendió al mismo repatriado era trasladada al hospital de Atlanta.
En diciembre, Zaragoza, Murcia y Bilbao se declararon en alerta por posibles casos sin que llegará a ratificarse la existencia del virus. Ese mismo mes se pusieron en práctica dos vacunas experimentales contra el ébola y Escocia confirmaba su primer caso.
Los países occidentales creyeron vivir una auténtica epidemia que hasta entonces parecía desconocida. Pero la verdadera realidad se encontraba en el foco del conflicto, África, donde el ébola ha sido y es una de las principales causas de muertes por enfermedad.
¿Qué ha ocurrido con el ébola ahora que no hay infectados en los países desarrollados? La verdadera realidad es que los medios la han relegado al olvido. El ébola no ha desaparecido, ni mucho menos. La Organización Mundial de la Salud ha informado que el número de infectados ha aumentado en la última semana de enero en Guinea, Liberia y Sierra Leona. Este último país, sigue siendo el lugar donde la situación es más grave, y no deja de sumar nuevos infectados. Guinea suma 39 infectados más a la semana anterior y Liberia cinco.
Los tres países hasta ahora han arrasado con 22.495 casos, de ellos casi 9.000 acabaron con la vida de los infectados.
Los intentos por acabar con el virus
Desde el pasado diciembre el instituto francés INSERM, puso en marcha un a investigación con un ensayo para reducir la mortalidad de los pacientes con un bajo nivel del virus. El tratamiento se realiza en el centro de tratamiento de la enfermedad de Médicos Sin Fronteras. La puesta en marcha de esta investigación abre la puerta para muchos pacientes africanos, pero ¿Qué ha pasado con el resto de proyectos que los países europeos comenzaron para acabar con el virus?
El boom mediático del ébola ha desaparecido y con ello, parece que también, la necesidad de conocer qué ocurre en los países afectados de África, para poder afrontar el virus, que sólo supuso un problema fuera del continente africano en un periodo muy corto de nuestra actualidad.
Más de 80 delegaciones se reunieron este martes con la propuesta de la comunidad internacional para reducir en 2018 y 2020 el número de contagios a cero. El discurso de las instituciones contrastaba con la preocupación de los trabajadores humanitarios que se encuentran en el foco de la epidemia. Margaret Chan, representante de la OMS afirmaba “La tasa de mortalidad es del 50%, es inaceptable”. Denise Brown, del Programa Mundial de Alimentos, con el mismo pensamiento aseguraba “No hemos superado esta crisis devastadora aún”.