Diario de una joven emigrada. Nº 1: Berlín
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Destino: Berlín: “La ciudad pobre pero Sexy’’
Cuando decidí que quería vivir en otro país, lo primero que tenía que decidir es DÓNDE. Normalmente la gente que se muda suele escoger una ciudad que conoce (aunque “conocerla’’ sólo sea haberla visitado por un par de días o, con suerte, semanas). Mi decisión supongo fue tomada de manera aleatoria, puesto que ni conocía la ciudad, pero ahora que vivo en ella confirmo el lema: Berlín, ¡la ciudad pobre pero sexy!
1. Llegada a destino:
Mi primer contacto con Berlín fue Warschauer Strasse un viernes a las 11 de la noche. No sé cuántos de vosotros conoceréis Berlín, pero la estación del Ubahn (metro) de Warschauer Strasse y alrededores es una zona cuanto menos particular: hay bastante gente que vive en la calle, estilos de los más variopintos (hipsters, ochenteros, punks, raperos, gente que se viste con lo primero que pilla del armario, gente que se viste con lo que puede/tiene…), gente bebiendo en la calle, pidiendo dinero, tocando música, haciendo grafittis en miniatura para sacarse algo de dinero, etc.
Y yo me preguntaba ¡¿pero dónde estoy?! Y miraba de un lado a otro de la calle con las maletas en la mano pensando si buscar la casa de Airbnb donde me iba a hospedar, o cogerme el tren para el aeropuerto y volverme a casa.
2. Llegada a la casa, aclimatarse al tiempo, al idioma y a la gente
Bien, pues ¡gracias que se me ocurrió alquilar la casa desde Madrid aunque solo fuera para 10 días! Encontrar casa en Berlín está más o menos igual de fácil que encontrar un político no corrupto en España.
Mi última semana en la casa se la dediqué con todo mi cariño a www.wg-gesucht.de (página para buscar casa o piso compartido), eso, e ir a cada una de las citas que me iban dando.
3. Buscar casa
Aunque parece fácil, prometo y juro que no lo es. Ir a ver una casa, conocer al compi de piso y decidir si te gusta o no parece aparentemente fácil, hasta que llegas y te encuentras que el portal de la casa donde vas a ver la habitación está lleno de gente (unas 40 personas sin exagerar). Todas ellas casualmente ¡van a ver el piso también! Y… ¡sorpresa! tienen la misma cita que tú. Cuando preguntas a alguno de los que está allí que qué está pasando, te dicen: “Bienvenido a Berlín, esto es un casting; es común a la hora de alquilar habitación’’ y les faltó decirme “¡acostúmbrate, maja, que te quedan de éstos para rato!”
Encontrar casa en Berlín ¡¡¡¡no es nada fácil!!!
Consejo: hacer amigos, puesto que los amigos de tus amigos o incluso ellos mismos en algún momento alquilarán o sabrán de alguien que alquile habitación. Eso es sin duda ¡tu mejor ayuda! Y en muchos casos la solución a tu problema de búsqueda de casa.
4. Hacer amigos
Como comentaba en el punto 3, ésto es la primera prioridad. Sin amigos, sin hablar el idioma (como era mi caso) y sin casa, sólo espera a ver cuánto tiempo duras en Berlín sin morirte de frío o desesperado porque no encuentras trabajo.
Yo he llegado a hacer amigos de la manera más original.
Saliendo un día del metro decidí acercarme a dos chicas que parecían simpáticas y preguntarles si conocían a alguien que alquilase habitación. Sin suerte alguna, la respuesta fue NO, pero desde entonces una de ellas es de mis mejores amigas.
5. Aprender el idioma: Punto ¡ESENCIAL!
Parece que todo el mundo habla inglés y que el hecho de hablarlo te resolverá la vida en este país. NO ES ASÍ.
Cuando llegué me limitaba a decir: Do you speak English? A lo que respondían “NO’’ o “un poco”, pero muchas de esas veces me miraban mal. Cuando aprendí la misma frase en alemán, las caras de la gente a la que le preguntaba ya sonreían, y entonces conseguíamos comunicarnos.
Llevo ya casi 3 meses aprendiendo alemán en una “Volkshochschule’’, que es un centro de enseñanza para adultos y la verdad ¡estoy encantada!
Teniendo en cuenta que el alemán no es fácil, todo es ponerle interés y practicarlo con todos esos amigos que habréis hecho por aquí.
Recodad el dicho: ¡quien algo quiere, algo le cuesta! así que… ¡ánimo!
6. Buscar trabajo
Esto es un mundo al que le dedicaré todo un post dentro de unos días, puesto que considero requiere un “trato especial’’.
7. Sobrevivir al frío (¡que no es cosa de poco!)
Cuando me dijeron eso de “Oye, ¿estás segura de que te quieres ir a Berlín? ¡Que allí hace mucho mucho frio!’’, yo solía volver la mirada y decir, muy segura de mis palabras: “sí, ya lo sé, pero sólo es frío, sobreviviré” ¡ERROR! Inma no tenía ni idea de lo que es FRIO!!!
Frío es cuando sales a la calle sin guantes y a los 2 minutos te duelen las manos y casi no puedes ni moverlas.
Frío es cuando se te olvida ponerte medias debajo de los pantalones y llega un momento en que apenas las sientes, y si es así, sientes el mismo dolor que en las manos.
Frío no es solo Berlín en invierno, frío es cuando hay viento y notas cómo te pega en la cara como si te estuvieran abofeteando. Entonces te das cuenta de que has descubierto lo que es el frío y empiezas a plantearte tu decisión, y si volver al punto ese en el que te planteabas dónde vivir.
A pesar de todo, he de decir que esto es solo una pequeña parte de mi experiencia. Cierto es que es duro irse a una ciudad que no conoces (donde no conoces a nadie, no hablas el idioma, no tienes trabajo, etc.) a empezar de cero, pero también es cierto que lo que estoy viviendo no lo cambiaría por nada.
Ésto es solo el principio de mi historia y la de muchos de los españoles que emigramos por la situación en nuestro país de origen.
En breve, más historias, anécdotas y consejos de la vida en Berlín.
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