Raif Badawi sufre la barbarie en Arabia Saudí, país amigo

Amnistía Internacional informa de que el activista saudí Raif Badawi ha recibido la primera serie de los 1.000 latigazos a los que fue condenado por ejercer su derecho a la libertad de expresión.

Uno, dos, tres…, hasta 50 latigazos ha recibido Raif Badawi este 9 de enero, en público, frente a la mezquita al-Jafali en la ciudad de Yidda. Está previsto que los otros 950 se ejecuten en un periodo de 20 semanas.

Esta brutal condena se suma a la pena de 10 años de cárcel que cumple el activista saudí por haber puesto en marcha un sitio web de debate social y político en Arabia Saudí, y por la acusación de insultar al islam.

Los cargos estaban relacionados con artículos escritos por Raif Badawi en los que criticaba a las autoridades religiosas de Arabia Saudí, así como escritos de otras personas publicados en su sitio web.

Raif Badawi es uno de los muchos activistas perseguidos en Arabia Saudí por expresar sus opiniones a través de Internet. Las redes sociales son increíblemente populares en un país donde la gente no puede expresar sus opiniones abiertamente en público. Las autoridades han respondido a este aumento del debate online vigilando los sitios de redes sociales e incluso intentando prohibir algunas aplicaciones informáticas.

Raif Badawi es un preso de conciencia

Por su parte, Human Rights Watch (HRW) ha instado al rey Abdulá de Arabia Saudí a que amnistíe al activista y bloguero Raif Badawi, que recibió medio centenar de latigazos en público como parte de su condena a diez años de prisión y mil latigazos por crear una página web en la que supuestamente insultaba a autoridades religiosas.

La organización ha denunciado que los cargos por los que ha sido acusado Raif Badawi están basados “únicamente” en su ejercicio “pacífico” del derecho a al libertad de expresión. HRW ha recordado mediante un comunicado que la página web que creó el activista tenía como objetivo “alentar el debate” religioso y político en el país.

El castigo corporal no es nada nuevo en Arabia Saudí, pero dar latigazos en público a un activista pacífico únicamente por expresar sus ideas lanza un feo mensaje de intolerancia“, ha afirmado la directora de HRW para Oriente Próximo y el norte de África, Sarah Leah Whitson.

Arabia Saudí está demostrando voluntad de infringir castigos crueles y atroces a escritores cuyos puntos de vista rechaza“, ha criticado Whiston. El activista ha sido condenado a recibir un millar de latigazos, a diez años de prisión y al pago de una multa de un millón de riales, unos 225.000 euros.

Un testigo de este primer castigo en público ha relatado a la ONG cómo una multitud acudió a una plaza cerca de una mezquita de Yidda, en el oeste del país, para ver cómo Raif Badawi recibía su castigo físico. Después de los 50 latigazos, algunos de los asistentes gritaron ‘Dios es bueno’ y posteriormente el activista fue enviado de nuevo a prisión.

 

20 Sesiones con una vara de madera

La sentencia especifica que los latigazos que deberá recibir Raif Badawi se realizarán en 20 sesiones de 50 latigazos cada una, con al menos una semana entre ellas. Varios activistas saudíes han explicado a HRW que los latigazos se suelen realizan con una vara de madera fina y que los golpes se reparten entre la espalda y las piernas.

La ONG ha recordado que el Derecho internacional prohíbe los castigos corporales. Además de criticar esta sentencia, HRW ha recordado que numerosos activistas pacíficos han sido juzgados y condenados en el país. “El trato injusto y cruel a Badawi es tristemente sólo una pieza de un golpe más amplio contra la disidencia pacífica en Arabia Saudí“, ha lamentado Whitson.