El ” Arctic Sunrise ” llega para ayudar a los activistas de Greenpeace

Nunca antes se habría enfrentado la organización ecologista Greenpeace a la petición de tantos años de cárcel. La organización afronta el juicio más duro de su historia: penas privativas de libertad y penas de multa y responsabilidad civil de 360.000 €. Es su “juicio más duro”, y por esto el colectivo ha enviado al rescate a su emblemático buque Arctic Sunrise, que ha llegado a Valencia para servir de apoyo mediático en la causa.16 de sus activistas, además de un fotoperiodista independiente, pueden recibir penas de casi tres años, así como el pago de multas e indemnizaciones por valor de cerca de 360.000 euros.

¿Por qué se les detuvo?

Los hechos se remontan al año 2011, el motivo de la acción era pedir al Gobierno de España que no renovase el permiso de explotación de la central. Desde Greenpeace demandaban que no se ampliara el permiso y el cierre definitivo. Porque “si la energía nuclear es peligrosa, más lo es cuando sus componentes van llegando al final de su vida”, declaran en su página web.

Sin embargo, la responsable de la campaña antinuclear y que ejerce de portavoz de la organización ecologista, Raquel Montón, asegura que “en este caso, como en todos hasta ahora, Greenpeace actuó de manera pacífica. Será el juez quien tenga que decidir si es cierto o no, pero nuestra organización jamás ha sido condenada por hacer daño a nadie”.

El Arctic Sunrise de green Peace llega para ayudar

Fuentes de Iberdrola niegan que la protesta fuese pacífica. Muy al contrario, aseguran que hubo “importantes daños materiales, lesiones físicas a dos vigilantes y la declaración de emergencia” por la irrupción de los intrusos en el complejo de Cofrentes.

Raquel Montón recuerda que, aprovechando la llegada del Arctic Sunrise, habrá visitas y campañas divulgadoras. “El barco tienen funciones reivindicativas y también educativas”, explica.