Okupa Medinaceli logró retrasar la celebración del Toro Jubilo en Medinaceli durante tres cuartos de hora. Un grupo de activistas antitaurinos logró encadenarse junto al poste donde ponen las antorchas al toro. Fueron desalojados por la Guardia Civil. No hubo mayores incidentes.
Convocados bajo el evento genérico Okupa Medinaceli, los activistas antitaurinos se dieron cita en esta localidad de Soria para protestar contra un espectáculo que califican de ‘barbarie y maltrato animal’.
A las diez de la noche y procedentes de distintos puntos de España, se concentraron en el lugar de la celebración portando pancartas en contra del maltrato animal. Posteriormente, un pequeño grupo se encadenó en el lugar donde da comienzo la celebración.
Agentes de la Guardia Civil procedieron a su desalojo. No se informa de que se hayan producido detenciones. En ningún momento se produjeron altercados entre manifestantes y vecinos, a pesar de los intercambios verbales entre ambos grupos.
Informes veterinarios y denuncias de Okupa Medinaceli
En esta edición de 2014, los activistas animalistas agrupados en torno a la plataforma Okupa Medinaceli han presentado un informe veterinario de la especialista Virginia Iniesta, en el que se certifica el sufrimiento extremo al que es sometido el animal en ésta celebración desde el punto de vista médico y forense.
La Asociación Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (ANPBA) solicitó hace unas semanas a la Junta de Castilla y León la modificación del reglamento de Espectáculos Taurinos Tradicionales para eliminar festejos como el Toro Jubilo o el Toro de la Vega.
PACMA ha puesto en marcha además la página web http://burningbulls.org a través de la cual pretenden recoger firmas en contra de la celebración del Toro Júbilo de Medinaceli para presentarlas a la Junta de Castilla y León.
Por su parte, los vecinos de Medinaceli expresaron su malestar la actitud ‘irrespetuosa’ de los anti-taurinos, recordando que el Toro Jubilo es una expresión cultural y festiva tradicional, que cuenta con todas las autorizaciones y permisos; y que se trata al toro con respeto, y con medidas de protección para el animal, a la hora de colocar las antorchas de fuego.