Greenpeace inicia una campaña contra veinte grandes barcos, entre ellos cinco españoles, que por su tamaño y capacidad de captura de pescado producen un grave impacto en el medio marino. Aunque esta campaña no responde a una situación nueva, llevan años denunciando a estos barcos y su formas de pesca. Consideran en esta organización que la actuación de estos ‘Monster Boats’ contribuye al agotamiento de los stocks pesqueros y son perjudiciales para el entramado socioeconómico y la sostenibilidad de las comunidades pesqueras locales dónde realizan sus capturas
Según el informe elaborado por la organización Greenpeace, las características que definen a los ‘Monster Boats’ son su gran capacidad de captura, por su tonelaje, posesión de grandes redes, por su capacidad de carga y su potencia de motor. Además, es el método de pesca que produce capturas accidentales o descartadas de hasta un 20% de la captura total, arrasando con especies amenazadas o en peligro, incluso especies marinas que no son peces. Su gran capacidad y potencia les permite pescar en caladeros vírgenes, como el Ártico y el Antártico.
Estos barcos, actúan en aguas distintas a la localización de la empresa propietaria, y producen, según Greenpeace, daños a los pescadores locales, ya que disminuyen las poblaciones de peces. Pescan en aguas internacionales sin que en muchos casos exista una organización que limite su actividad. Las compañías propietarias concentran un elevado porcentaje de cuota pesquera.
¿Qué son los DAP o dispositivos agregadores de peces? ¿cómo actúa un barco cerquero?
Una reacción natural de los peces es la de acumularse bajo un objeto flotante en el mar, por lo que se crea debajo que cualquier objeto un verdadero ecosistema marino en cualquier lugar del océano. De esta manera, debajo de los DAP se acumulan los peces y los pesqueros los cercan con sus redes. Los DAP pueden estar anclados al fondo o ser simplemente flotantes y están equipados con transmisores. El problema es que estos grandes barcos con enormes redes atrapan todo, también muchas otras especies –tiburones, tortugas, delfines, etc.- que al no ser valiosas para la industria son simplemente arrojadas al mar, generalmente sin vida.
Se calcula que en una hora con las enormes redes y la capacidad de almacenaje de un solo barco puede suponer la pesca de todos los pescadores locales de una comunidad media en un año.
Las empresas y barcos denunciados por Greenpeace
De los 20 barcos objeto de la campaña de Greenpeace, hay cinco con bandera española, los vascos Albacora Uno, Albatun Tres, y el Txori Argi, y los pesqueros arrastreros gallegos, Eirado do Costal, Playa de Tambo.
Estas empresas o barcos “denunciados” realizan, según Greenpeace, pesca INDNR (ilegal, no declarada, no regulada) o tienen un largo historial de actividades sospechosas. Se denuncia también que mientras reciben subvenciones de la Unión Europea, vulneran derechos laborales, que generan una baja creación de empleo de escasísima calidad y tienen una total falta de transparencia.
En algunos casos y de forma reiterada, según denuncia Greenpeace, estos barcos han tenido que enfrentarse a multas por pesca ilegal, pero estas multas o son bajas o no han disuadido a las grandes compañías, que las asumen en su modelo de negocio.
Así, el Albacora Uno o el Albatun Tres, que pertenecen a Albacora SA, son buques atuneros congeladores que capturan en el Índico, Pacífico y Atlántico y tienen un largo historial de capturas ilegales. Con multas en algunos casos elevadas, por ejemplo el Albacora Uno fue acusado de desplegar de forma ilegal 67 dispositivos agregadores de peces en el Pacífico, en aguas de los Estados Unidos durante dos años. La empresa pago una multa de cinco millones de dólares, la mayor sanción civil impuesta por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos; en 2013, el Albacora Uno y dos miembros de su tripulación fueron multados con casi un millón de dólares por la Corte de Distrito de Nauru por seis cargos de pesca ilegal dentro de sus aguas, así como con otras sanciones de menor cuantía.
Pero los beneficios que generan estos buques son de unos 10 millones de dólares anuales, así que el riesgo de asumir una multa periódicamente se contempla en la contabilidad como un coste más. Además, la empresa Albacora SA ha recibido subvenciones de 3,7 millones de euros por la construcción del Albacora Uno, y otros 10 millones de euros para el Albatún Dos y el Albatún Tres.
Sin embargo, paradójicamente, la página Web de la compañía atunera Albacora S.A. que se presenta como “el mayor grupo atunero de Europa” tiene una amplía información sobre buen gobierno y pesca sostenible.
El Playa Tambo, pertenece a la compañía, de Pesquerías Marinenses del Grupo Pesmar, se dedica fundamentalmente al fletán pero no sólo, actúa en el caladero Hatton en el Atlántico Norte, en Terranova y en aguas internacionales del Pacífico. Para Greenpeace realiza sobrepesca y un alto índice de descartes. Ha obtenido subvenciones de la UE, y ha recibió citaciones por no facilitar trabajos de inspección o no registrar las capturas
El atunero Txori Argi, de la Compañía Internacional de Pesca y Derivados, utiliza redes de cerco y dispositivos de agregación de peces. Actúo en Mozambique sin licencia y se le sancionó con 1,2 millones de euros. Pero recibió casi cinco millones de euros para su construcción en 2001, y el grupo empresarial casi diez millones para modernización de la flota, hasta 2006
El Eirado do Costal alcanza ecosistemas muy al norte, utiliza redes de arrastre y capturan en aguas profundas especies muy vulnerables. Al igual que en los casos anteriores la compañía ha recibido cuantiosas subvenciones.
El Papel de la Unión Europea y de los gobiernos nacionales
Para Greenpeace los gobiernos no actúan de forma eficaz pare evitar la pesca de sobrecapacidad y critica la actuación de la UE que favorece con sus políticas la construcción de estos pesqueros de enorme capacidad
Para la organización ecologista Greenpeace es hora de que los gobiernos se involucren en fomentar un tipo de pesca de bajo impacto y sostenible.
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