La repatriación del padre Pajares pone en evidencia la descoordinación con que el ejecutivo aborda esta emergencia. Mientras Sanidad, con la ministra Mato en la playa, asegura que los costes de la repatriación correrán a cargo de la congregación religiosa, Rajoy sale para negarlo y asegurar que el Estado paga el traslado. Sería divertido sino fuera porque se trata de una enfermedad mortal en casi todos los casos.